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domingo, 18 de noviembre de 2012

El Real Madrid destroza al Athletic de Bilbao

El Real Madrid destroza a un Athletic de Bilbao con problemas defensivos

Benzema remata a portería junto a Aurtenetxe en la jugada del primer gol del Real Madrid JAVIER SORIANO JAVIER SORIANO - AFP

  • Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Modric, Özil (Khedira, m.62), Callejón (Di María, m.70), Cristiano Ronaldo y Benzema (Morata, m.69).

    Athletic: Iraizoz; Iraola, San José, Ekiza, Aurtenetxe; Gurpegui (Castillo, m.78); Susaeta, Iturraspe, Muniain (Llorente, m.46), Ibai Gómez; y Aduriz (Toquero, m.67).

    Goles: 1-0, m.12: Aurtenetxe en propia puerta. 2-0, m.30: Ramos. 3-0, m.32: Benzema. 3-1, m.42: Ibai. 4-1, m.56: Özil. 5-1, m.67: Khedira.

    Árbitro: Teixeira Vitienes (comité cántabro). Amonestó a Sergio Ramos (75) por el Real Madrid; y a Aduriz (45), Iturraspe (48), Gurpegui (68) y Susaeta (85) por el Athletic.

    Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada doce de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 76.000 espectadores. Realizó el saque de honor el boxeador argentino Sergio 'Maravilla' Martínez, campeón del mundo del peso medio.

Existe una máxima en fútbol que gira en torno a la competencia. Se suele decir que es en la pugna constante, en la lucha perpetua ante un difícil rival, cuando uno más mejora. Sentirse amenazado, sobrellevar las dudas, confiar en uno mismo, motivarse al máximo y avanzar, siempre avanzar.

El deporte de élite es un buen reflejo de esta actitud, tan necesaria para llegar a las cotas más altas. Nunca te puedes venir abajo si quieres llegar al estrellato. Y nadie como Karim Benzema ha representado esta pelea en los últimos años. El francés ha evolucionado, ya no es el cariñoso gato que encandilaba al mundo con su talento innato. Hace tiempo que enseño las garras, arma defensiva que saca a relucir cuando se ve amenazado.

Higuaín nunca ha tenido la calidad de Benzema, pero siempre le ha superado en amor propio, en ganas, en el deseo de jugar. Al francés le costó entender que no podía vivir solo de sus habilidades, que debía ser más duro, mejor combatiente. La actual versión del futbolista del Real Madrid es el fruto de ese empeño.

El francés regresó al equipo con motivación extra. Superada su lesión, el galo estuvo rápido, fino, muy participativo. El 'gato de Mourinho', aquel futbolista exquisito e indolente, muestra desde hace meses el hambre de un tigre, sobre todo cuando siente que Higuaín amenaza su territorio. Sus movimientos felinos, su clase al transitar por la frontal del área del Athletic, fue un espectáculo para la vista y un martirio para los leones (5-1).

Se derritió rápido el Athletic de Bilbao, un terrón de azucar diluido en medio de la superioridad merengue. Aguantaron los de Bielsa lo que duró el empate en el marcador. Salieron aparentando tranquilidad, quisieron dominar y mostraron una confianza en sí mismos que desapareció a la misma velocidad en que un globo fabricado por Benzema y Aurtenetxe superaba a Iraizoz.

Con Cristiano en estado de hibernación, lamiéndose las heridas que arrastraba de la lucha en el barro ante el Levante, fue Karim Benzema quien dinamizó el ataque del Real Madrid. El galo ejerció de delantero total. Apoyos constantes, bajaba a recibir, caía a banda, ataca el espacio, se asociaba con todos...

A su exhibición de fútbol le sumó un golazo y medio (el primero se lo concedió el árbitro finalmente a Aurtenetxe) y una asistencia decisiva. Mientras los compañeros de Karim trabajaban de forma incansable para romper el juego de pases del Athletic, Benzema y Cristiano se lanzaban rápido a por Gorka Iraizoz para penalizar a la débil defensa de los vascos.

Los leones llegaban al Bernabeu en situación ascendente y se marchan del coliseo madridista con la sensación de que los triunfos ante el Granada y el Sevilla fueron un espejismo. El Athletic creyó que podía hacer daño con la posesión y el Madrid demostró que robando rápido podía destruir a los de Bielsa.

El 1-0 hizo mucho dañó a los vascos. También que entre el 2-0, fruto de un error defensivo que permitió a Sergio Ramos rematar completamente solo una falta lateral sacada por Ozil (parecida a la que le dio el triunfo a los blancos ante el Levante), y el 3-0 pasaran sólo dos minutos.

El gol de Ibai Gómez, en la primera llegada del Athletic, dio cierto ánimo a los visitantes. Alargaron el estímulo, potenciado por la entrada de Fernando Llorente tras el descanso, hasta que un error arbitral les condenó definitivamente.

Ni Teixeira Vitienes ni su asistente vieron como Fabio Coentrao cortaba con la mano una internada de Susaeta dentro del área del Madrid. La jugada siguió mientras el extremo rojiblanco protestaba. Transición rápida, pelota a pies de Benzema y pase de la muerte para el tanto de Ozil.

Otro alemán, Khedira, celebró su regreso al terreno de juego con otra diana, la quinta del conjunto blanco, que solo sirvió para ensanchar la herida defensiva del Athletic de Bilbao.

Pese a no marcar, otro de los destacados en el equipo local fue Luka Modric. Bien encajado en la maquinaria blanca, sorprendió con un pase de 50 metros para el primer tanto del partido y luego, además de organizar, pisó área para tener una gran ocasión de gol que impidió Gorka Iraizoz.



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