Joan Poquí | Barcelona 26/03/2014 07:44
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El Barça incendió la Liga el pasado domingo en el Bernabéu y hoy puede poner mucha presión sobre el Atlético y el Madrid si vence al Celta de Luis Enrique. El conjunto barcelonista juega a las ocho de la tarde y sus rivales por el título lo hacen ambos dos horas después, a las diez. El Madrid en el campo del Sevilla, probablemente el desplazamiento más complicado que le queda, y el Atlético en el Calderón contra el Granada.
A una semana de los cuartos de final de la Champions, el conjunto del Tata Martino aspira a continuar con el terremoto que activó en el Bernabéu. No se puede tropezar tras el esfuerzo de Madrid: cualquier resultado que no sea un triunfo devolvería al Real todo el oxígeno que el Barça le quitó el domingo, además de echar por tierra todo el trabajo del Bernabéu.
Ganando, el campeón sería líder provisional. Por lo menos, durante un cuarto de hora, el que transcurrirá entre el pitido final y los primeros compases de los partidos de los aspirantes. No es lo mismo que si el conjunto de Martino hubiese jugado un día antes, pero al menos habrá algo de presión sobre los rivales. El Madrid de Ancelotti, sin los sancionados Ramos y Di María, afronta una salida complicada justo después de perder contra el Barça y podría acusar el golpe de la derrota, inesperada para ellos, del pasado domingo. El caso del Atlético es distinto: va al alza, acaba de recuperar el liderato y difícilmente se dejará sorprender en el Calderón, aunque el Granada está muy necesitado de puntos y siempre es un rival incómodo.
Un Celta con carácter
En cualquier caso, jornada grande, llena de emociones, en la Liga. El Barça tiene el reto de seguir demostrando su grandeza, esta vez ante un rival de perfil teóricamente más bajo, aunque en el Camp Nou esperan un Celta muy combativo. Todavía con el descenso relativamente cerca, aunque de momento en la zona media de la table, Luis Enrique no quiere relajaciones en su equipo, por lo menos hasta que la permanencia sea matemática. Lástima que no puede jugar Rafinha, que sería otro aliciente.
A nueve partidos del final de la Liga, el Barça necesita poner el motor a tope ya sin descanso hasta el final. La jornada puede ser decisiva en un campeonato que se ha puesto al rojo vivo y sería muy decepcionante un tropiezo sólo una jornada después de un 3-4 que, si no hay continuidad, perderá toda la fuerza que tiene a día de hoy.
Merecen una gran entrada
El partidazo del Barça en el Bernabéu, donde volvió a posicionarse como aspirante al título de Liga con una exhibición frente a los blancos, merece que el Camp Nou registre hoy un ambientazo. A pesar de tratarse de una jornada liguera intersemanal y del horario, los jugadores barcelonistas merecen ser recibidos a lo grande por parte de la afición en un partido en el que además hay mucho en juego. El conjunto del Tata Martino se ha reenganchado a la Liga a lo grande y ahora cada partido será una final, por lo que se necesita el apoyo de los aficionados.
La vuelta al Camp Nou de Luis Enrique, en el banquillo del Celta, es otro estímulo para la afición barcelonista. El asturiano, muy querido en Barcelona, no puede renunciar a los puntos, puesto que el Celta se halla inmerso en la pelea por evitar el descenso. El partido no será, por lo tanto, un paseo para el equipo del Tata Martino.
La afición barcelonista no puede faltar hoy en el estadio azulgrana, primero para ovacionar al equipo y luego, para arroparlo.Social Media for Business here
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