Por Alberto Piñero (@pineroalberto), periodista cobertura diaria Real Madrid
Siete goles en las primeras catorce jornadas. El Real Madrid Castilla comenzó la presente temporada en la Liga Adelante de forma paupérrima. Arrastrado por una deficiente política de fichajes, dejando marchar a casi la totalidad de sus jugadores titulares la pasada campaña y sin prácticamente refuerzos de tronío, el filial merengue se desangraba a marchas forzadas jornada tras jornada. Especialmente, lastrado por su falta de gol y la inexperiencia de los entonces pupilos de Alberto Toril. Con la llegada de José Manuel Díaz al banquillo, entró aire fresco a partir de esa misma jornada decimocuarta al equipo blanco, que a día de hoy ha abandonado ya el farolillo rojo de la Segunda División, con un balance algo más parejo de goles: 27 tantos a favor en 27 jornadas, por 33 en contra.
Sin embargo, no es suficiente. No al menos para lograr la ansiada permanencia en la categoría de plata del fútbol español. De ahí que en este mercado invernal aterrizaran dos delanteros procedentes de Brasil: Pablo Felipe y Willian José. No es casualidad que sean precisamente arietes, cuando el máximo goleador sigue siendo hoy un mediocentro como Omar Mascarell con cinco tantos. No es casualidad tampoco que procedan de Brasil, un mercado que podía adaptarse a las necesidades actuales de La Fábrica: jugadores jóvenes, de una liga no en marcha, y a coste cero (ambos llegan cedidos para seis meses con opción a compra). Igual que tampoco es casualidad, vistos los buenos frutos que dio la experiencia de Casemiro la temporada pasada, hoy en el primer equipo merengue.
En un movimiento de mercad similar al de Casemiro hace un año, llega uno de los delanteros que más esperanzas levantó hace años en Brasil gracias a su físico, capacidad de espaldas y corpulencia
Sin embargo, con Pablo Felipe lesionado para varias semanas nada más llegar a la capital española, las llegadas de Casemiro y las de Willian José han provocado reacciones radicalmente inversas. Casemiro causó expectación en el mercado al ser un jugador pretendido por varios clubes en Europa y con cierta fama en Brasil, pero sin embargo en Madrid fue acogido con cierto escepticismo debido a su bajo estado de forma el invierno del año pasado. Y al contrario, la incorporación de Willian José ha sido vista desde Brasil con reservas, mientras que estas primeras semanas en el Castilla se ha convertido de inmediato en una de las sensaciones. Debutaría el pasado sábado ante el Hércules en un partido ya visto para sentencia cuando saltó al césped, pero si bien el público no ha podido apreciar todavía sus cualidades, tanto sus compañeros de equipo como el cuerpo técnico del Castilla están muy ilusionados con las perspectivas que ofrece este nuevo fichaje.
Delantero de gran envergadura (1,86 m y 87 kg), es el clásico punta referencia arriba, rematador nato, bueno por alto y más que solvente de espaldas a la portería. Y sobre todo, con un magnífico golpeo de balón, tanto con su pierna derecha, la buena, como con la izquierda. Un delantero de los de antes. “Nos traerá gol”, dicen confiados en La Fábrica, conscientes de que es una de las deudas pendientes en el Castilla. No piensan igual desde Brasil, irónicamente. De hecho, en el Sao Paulo hace tan sólo unos años era frecuente que su propia afición le pitara por su falta de acierto de cara a puerta. No obstante, han sido doce goles los que ha marcado en los últimos tres años en la máxima categoría del fútbol brasileño, en casi ochenta partidos. Claro que Gonzalo Higuaín también sufrió algo parecido cuando dio el salto a España, y acabó siendo ídolo de la afición en Madrid, Nápoles y Argentina.
Fue internacional Sub 20 con una de las selecciones brasileñas más afamadas de los últimos años, aunque su llegada al Real Madrid aparece como ‘experimento’ tras haber frenado su progresión en unas últimas cesiones nada acertadas
Perteneciendo al Club Deportivo Maldonado uruguayo, Willian José ha encadenado varias cesiones consecutivas en Brasil: a Sao Paulo, Gremio y, en último lugar, el Santos, al que llegó justo cuando Neymar hacía las maletas rumbo a Barcelona. Todos ellos en la Serie A brasileña. Lo que, sin duda, le ha traído toneladas de experiencia para sus apenas 22 años. Y eso marca las diferencias en un filial como el Castilla, con algunos jugadores recién llegados de categorías juveniles. Precisamente lo que pretendían en La Fábrica, alguien que diera un salto de calidad en la plantilla. “Ser internacional Sub-20 con la Brasil que ganó el Sudamericano y el Mundial en 2011 no se lo regalan a cualquiera”, se escucha estos días entre los muros de Valdebebas. Precisamente Willian aportó dos goles para Brasil en aquel Mundial, en una selección junto al propio Casemiro, Oscar, Coutinho o Henrique. Uno de los goles de Willian fue precisamente en cuartos de final ante la España de Fernando Pacheco, hoy su compañero en el Castilla. A su lado estaban los Rodrigo, Isco, Koke, Sergi Roberto o Tello, y es sabido que el hoy ariete del Real Madrid causó un gran impacto entre la expedición española entonces.
Es pronto aún para saber si sucederá lo mismo en el club blanco esta temporada. Pronto para intuir una experiencia similar a la de Casemiro. Al menos, los primeros pasos son firmes. Ilusionantes, incluso. Y este domingo en Anduva, ante un rival directo como el Mirandés, Willian tendrá una oportunidad de hacerlo valer.
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