“Hay que jugar como lo hacen ellos. Hoy jugaremos al estilo Atlético”. Este fue uno de los últimos mensajes que se escuchó en el vestuario del Real Madrid antes de madridistas y rojiblancos saltaran al césped del Santiago Bernabéu. Ese cambio de mentalidad, más que de táctica, llevó al equipo blanco a salir a morder, a no dar un balón por perdido, a pasar por encima del Atlético cuando se trataba de buscar un balón perdido o de luchar por quitárselo al rival e incluso a meter la pierna con todas las consecuencias. Social Media for Business here
El problema llegó cuando alguno confundió esa intensidad con provocaciones y juego duro. Pepe y Arbeloa confundieron el mensaje y llevaron el juego al límite, traspasándolo en más de una ocasión. El lateral cambió su actitud tras el descanso, recuperando la compostura, algo que no hizo el portugués, que recuperó su pasada versión, algo que calentó al máximo a los del Calderón.
Esa excitación con la que salieron del vestuario, llevó al Real Madrid a dominar el juego. La intensidad, acompañada de buen juego, fueron los argumentos que pusieron Ancelotti y los suyos para derrotar al que parecía invencible Atlético. Los rojiblancos se vieron sorprendidos. Algunos hablan de 'táctica Mourinho', pero en quien se inspiró el italiano y los que vestían de blanco era en el propio rival, en el equipo que tenían enfrente.
Di María lo confirmó al término del partido. “Durante la semana hemos estado preparando el partido y ha salido tal cual pensábamos. Presionamos arriba, le metimos intensidad y todo salió perfecto”, señaló en los micrófonos de Canal +. El argentino estuvo involucrado en la amarilla que vio Diego Costa. El delantero se quitó de encima a Di María tras una falta cometida por el madridista, sin pensar en la amenaza de la sanción.
Ancelotti estudió al Atlético a conciencia. Sabía que se jugaba mucho. Desde la zona noble abrían interrogantes y el italiano buscaba ese partido redondo que le faltaba. La derrota de la primera vuelta de la Liga escoció al técnico y a los jugadores. El ex del PSG decidió meter energía al juego desde el primer minuto. “Hay que jugar como lo hace el Atlético”. Y cumplieron.
Durante los últimos entrenamientos trabajaron la presión, ahogar al rival, tapar la salida del balón, buscando dejar sin argumentos futbolísticos a los de Simeone. El problema llegó cuando elevaron esas indicaciones a la máxima potencia, con Pepe y Arbeloa de estrellas.
Algunos voces reclamaban que Competición actuara de oficio respecto al pisotón del lateral a Diego Costa, algo que es impensable en el actual marco en el que se mueven los Comités de la Federación y los propios equipos, que hablan de un pacto de caballeros a la hora de no denunciar a ningún otro equipo de no mediar sanción arbitral.
Los jugadores del Atlético lo tienen claro y buscarán venganza deportiva, y no tanto, el próximo martes. Enfrentarse a un rival que metió más presión si cabe de la que ellos son capaces de generar, les desarmó por completo. Es más, los de Simeone sostienen que salieron con el objetivo de provocar la amarilla de Diego Costa, la que le deja sin posibilidad de jugar la vuelta.
El partido del martes en el Calderón se presume caliente. Ni el tres a cero de la ida, ni la dificultad de remontar ese marcador, van a conseguir enfriar un ambiente que se presume será tenso. Los gestos, patadas y desafíos (por ambas partes) no se olvidan en cinco días. Como dicen los rojiblancos, "alguno no juega la final".Social Media for Business here
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