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sábado, 8 de febrero de 2014

El Real Madrid gana con dificultad al Villarreal

Real Madrid, 4 - Villarreal, 2Social Media for Business here

  • Real Madrid: Diego López; Carvajal (Arbeloa, m.46), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo (Coentrao, m.18 (Arbeloa, m.46)); Illarramendi, Modric, Di María (Xabi Alonso, m.68); Bale, Jesé y Benzema.

    Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Dorado, Jaume Costa; Edu Ramos (Trigueros, m.57), Bruno, Aquino, Moi Gómez (Joan Román, m.63); Jonathan Pereira (Perbet, m.67) y Giovani.

    Goles: 1-0, m.6: Bale. 2-0, m.25: Benzema. 2-1, m.42: Mario. 3-1, m.64: Jesé. 3-2, m. Giovani. 4-2, m.76: Benzema.

    Árbitro: José Luis González González (comité castellano-leonés). Amonestó a Jaume Costa (55) y Mario (58) por el Villarreal.

    Incidencias: encuentro correspondiente a la 23a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 75.624 espectadores.

Pocas cosas puede hacer un equipo cuando el rival marca cada vez que tiene una ocasión. En los parámetros del fútbol resultadista, el Real Madrid ganó con solvencia al Villarreal (4-2). En el otro fútbol, el del juego, del dominio del partido, de las oportunidades, del peligro, la lección la dio el equipo de Marcelino. Pero los puntos se los lleva el que más goles hace y ahí el conjunto dirigido ahora por Carlo Ancelotti lleva toda la vida siendo un especialista consumado.

Cinco tiros claros tuvo el Madrid en todo el partido, y cuatro acabaron en el fondo de las mallas. Primero aprovechó los errores defensivos del Submarino Amarillo. Luego, cuando las cosas más se le complicaban a los locales, mató el duelo al contragolpe, el juego que más le gusta, el estilo con el que se siente más cómodo. El choque, sin embargo, siempre estuvo abierto. Y si su dominio se decantaba hacia alguno de los lados, siempre fue más del amarillo que del blanco.

Pecó el Villarreal de inocente en los primeros minutos. Y de ahí vinieron todos sus males. El error de Dorado le puso las cosas muy fáciles a Gareth Bale para regresar al equipo de la mejor forma. Poco hizo el galés, que se ha pasado 15 días fuera del equipo por una lesión que no ha quedado muy clara, aunque fue determinante. Porque la defensa del Villarreal aún estaba lamentando su primer regalo cuando concedió el segundo.

Demasiado espacio le dio Jaume Costa a Bale, que se ganó ventaja con una bicicleta para asistir a Benzema. Ni el central ni el portero cerraron bien esa zona y Asenjo no acertó ni cuando el tiro del delantero galo le rebotó en el cuerpo. Los 11 goles y 9 asistencias del extremo británico en sus pocas apariciones tan sólo los iguala un Jesé Rodríguez en estado de gracia. Cuando uno lo veía corriendo por la banda, a veces dudaba si el que estaba viendo era al canterano blanco o a Cristiano Ronaldo, que ante el Villarreal cumplió el primero de sus tres partidos de sanción.

El Real Madrid no notó excesivamente la ausencia de su estrella porque el resto de delanteros blancos cumplieron a la perfección. Quien notó más la ausencia de su mejor futbolista fue el Villarreal. Sin Cani, a los hombres de Marcelino García Toral les costó encontrar a alguien con templanza suficiente para aguantar la pelota ante la presión inicial del contrario.

Fue Bruno el que tuvo que imponerse a sus interiores y dar una clase magistral de saber estar, de control del juego. A partir de él y de su lectura del partido fue creciendo el Villarreal. Ni le hizo falta ser agresivo al Submarino Amarillo para dejar si ideas al cuadro dirigido por Ancelotti. Modric se apagó sin Xabi Alonso a su lado y el ataque blanco se quedó en simples contragolpes lanzados con velocidad por Di María.

Illarramendi ocupó el lugar de Alonso en el medio campo, pero el joven centrocampista no tiene la jerarquía ni la capacidad de su maestro. Se salvó el Real Madrid en un par de jugadas desaprovechadas por Jonathan Pereira, aunque no pudo aguantar mucho más el ventajoso (e injusto) resultado. El golazo de Mario Gaspar, lateral derecho del Villarreal al que Jesé no acompañó puso nervioso hasta a Ancelotti. Con un potente derechazo mandó el balón a la escuadra mientras el técnico italiano se lamentaba en la banda, negando con la cabeza.

El Real Madrid vivía de las rentas que regaladas por los visitantes y el 2-1 antes del descanso preocupó a Carletto, consciente de que su equipo llevaba muchos minutos sin dominar el partido y que el resultado no reflejaba el juego de los contendientes. Se acabó, además, la racha de 724 minutos del Madrid sin encajar un gol en el Santiago Bernabeu.

En el descanso, Ancelotti se quedó sin laterales izquierdos. Marcelo, con un doloroso tirón en la zona lumbar, había sido sustituido por Coentrao tras el primer cuarto de hora. Y el luso se quedó en los vestuarios en la media parte. A Ancelotti no le quedó más remedio que situar a Arbeloa en esa zona, una posición que no le es desconocida.

Una gran ocasión de Carvajal en la reanudación fue la única oportunidad clara que el Real Madrid desaprovechó. Cuando el Villarreal comenzó a vislumbrar la opción de hacer daño moral a los locales, apareció el contragolpe blanco para dar el primer golpe. En cuatro toques: De Di Maria a Benzema, de Benzema a Di María, asistencia en profundidad para Jesé y definición sutil del canterano.

Fue entonces cuando entró Xabi Alonso y el Real Madrid comenzó a ser otra cosa. Más sólido, más maduro, más serio. Modric lo agradeció más que nadie y recuperó el aura de futbolista superdotado que está mostrando esta temporada. Sólo el golazo de falta de Gio Dos Santos puso alguna duda, resuelta en otro contragolpe.

Benzema-Jesé-Benzema y diana del francés. Tranquilidad en el Bernabeu y en el banquillo, con Ancelotti celebrando el tanto efusivamente. Ya no había vuelta atrás. Los locales ya se sabían superiores. Su fútbol fue pobre hasta que llegó Xabi Alonso, pero el equipo se agarró a la pegada. ¿Será capaz de mantener la eficiencia ante equipos más serios, de los que conceden mínimas opciones? Chi lo sa...Social Media for Business here



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