El Real Madrid derrotó al Villarreal en el Bernabéu por 4-2 gracias a dos goles de Benzema, uno de Bale y otro de Jesé. Los delanteros madridistas cuajaron una buena actuación y todos ellos tuvieron su premio a nivel goleador. El Villarreal nunca se dio por vencido, pero los de Ancelotti supieron responder a cada acercamiento visitante. Los blancos continúan en racha y, gracias a la derrota del Atlético de Madrid en Almería, se colocan en la primera posición de la tabla.
Después de dejar casi sentenciado su pase a la final de la Copa del Rey al Real Madrid le tocaba Liga. Se esperaba que Ancelotti tirara de fondo de armario para refrescar al equipo después de la batalla copera, sin embargo, el italiano tampoco es que tocara muchas piezas. La entrada de Bale por el sancionado Cristiano y la de Illarra por Xabi fue lo más destacado. La rotación de los laterales, por habitual, apenas destacó. Y eso que Marcelo apenas duró 17 minutos en el campo por una lesión y Coentrao cerca de 30' por lo mismo.
Era de esperar que la intensidad de hace tres días no fuera la misma. Aun así, el Real Madrid tenía muy claro que no podía dejar pasar la oportunidad de ganar tres puntos y presionar a la cabeza de la Liga. Fue precisamente un ejercicio de presión el que le dio el 1-0 al equipo blanco. Aun sin haber roto a sudar, pasados los cinco minutos de encuentro, Gareth Bale le robó la cartera a Dorado y definió a las mil maravillas delante de Asenjo para adelantar al Real Madrid.
El encuentro iba por fases. Había momentos en los que el Villarreal se quedaba con el balón, sin peligro eso sí, y otros en los que se teñía de color blanco, aunque también sin grandes dosis de oportunidades de cara al gol.
Sin embargo, el Madrid volvería a sacar a pasear su pegada. Gareth Bale volvió a ser protagonista, en esta ocasión en la faceta de asistente, y tras desbordar por la derecha le puso el balón al primer palo a Benzema para que, al primer toque, rematara a la red el centro del ex del Tottenham. En menos de media hora, Bale había firmado un gol y una asistencia. Para estar ‘lesionado’ no estaba nada mal.
Con el 2-0 el equipo de Ancelotti cayó en la relajación. Quizá excesiva. Eso le permitió al Villarreal acercarse a la meta de Diego López. Un par de remates lejanos, uno con parada del portero madridista, y otro que se marchó fuera, dieron paso al tanto visitante. Fue un golpeo espectacular de Mario, escorado a la derecha, el que alojó el balón junto a la escuadra de la meta de madridista. Un golazo difícilmente repetible en la carrera del jugador y que al Madrid le suponía una pequeña colleja en lo que estaba siendo una plácida noche.
La segunda parte se iniciaba con un contratiempo para los blancos. Coentrao, que había salido en lugar de Marcelo, también se tuvo que quedar en la caseta. Por tanto, Ancelotti tuvo que hacer dos movimientos de banquillo que, a buen seguro, no tenía previstos en su planteamiento de partido.
A buen seguro que el técnico italiano aertó a los suyos del peligro que suponía el 2-1. Por eso, los blancos salieron con ganas a buscar el tercero. Lo intentó Carvajal en una buena subida por la banda derecha cuyo disparo salió rozando el palo derecho de la puerta de Asenjo y, poco después, Benzema era empujado dentro del área del Villarreal. El árbitro, se la comió. O si lo vio y no lo pitó, peor todavía.
Después de este par de amagues, al Real Madrid ya le tocaba golpear. Y vaya si lo hizo. Volvió a ser el jugador de moda del equipo, el canterano Jesé, el que se apropió del 3-1 con un gran gol. Un buen pase interior para el canario que, aprovechando su espectacular punta de velocidad, le permitió ponerse delante de Asenjo y superarle con un toquecito al palo largo. Golazo.
El Villarreal, a pesar del golpe, consiguió dar un último coletazo. Un gran golpeo de falta directa junto al palo derecho de Diego López volvía a acortar las diferencias entre ambos equipos y apretaba el partido. La renta de un gol era corta y, como ya sucediera con el 2-1, peligrosa.
Sin embargo, el equipo blanco sacó otro de sus grandes argumentos ofensivos, el contragolpe, para poner el 4-2 en el marcador. Sergio Ramos fue el que ejerció de ‘lanzadera’, Jesé el que le puso el turbo y la asistencia al balón, y Benzema el golpeo preciso desde fuera del área. Un señor gol, desde luego. Esta vez sí, la sentencia. Un triunfo con valor doble ya que, además, la derrota postrera del Atlético en Almería hace que los de Ancelotti se pongan en la primera posición de la tabla. Un día perfecto.
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