Luis Enrique, el entrenador del Celta, no entró en polémicas en la antesala de volver al Bernabeu, esta vez como entrenador. El asturiano no espera un gran recibimiento y apuntó que «de mi carrera como futbolista me sentí muy orgulloso de toda ella, de mi profesionalidad, de cómo me comporté, de mis números incluso, ahora soy entrenador vivo el presente y me ciño a mi», lo que incluye su lustro en el Real Madrid. Con respecto a sus declaraciones en el pasado, que esta semana se han sacado a relucir, el técnico celeste se ratificó en las mismas: «Si alguien le interesa calentar el ambiente y sacar a relucir cosas que dije en su momento en el pasado, de las que no me arrepiento de ninguna de ellas, pues perfecto. He intentado ser lo más rentable posible para los clubes en los que estuve, y como persona y como entrenador, lo mismo, si alguien tiene otras intenciones, yo seguiré adelante por mi camino» .Social Media for Business here
Con respecto a la propuesta del Celta anunció que no cambiará el sistema y su apuesta por el juego combinativo, aunque también precisó que sí alguien le garantiza un resultado positivo estaría dispuesto a meter «dos autobuses» por delante de su portería. «Vamos a jugar el mismo sistema, nuestra intención no es plantear el partido a defender un 0-0 porque sería ridículo, la intención es complicarle la vida lo máximo posible al rival y para complicarle la vida hay que defender muy bien y atacar muy bien».
Del Real Madrid destacó que «dominan todos los aspectos del juego, ya sea el asociativo como el de la transición, tiene jugadores muy resolutivos, gente que se puede quedar descolgada en su fase defensiva pero con una clara intención de machacarte. Hemos trabajado eso, hemos hablado y valorado como lo podemos solventar».Social Media for Business here
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