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lunes, 30 de diciembre de 2013

El Real Madrid, inalcanzable para el Barcelona (98-84)

Ficha técnica
98 - Real Madrid: Rudy (18), Mirotic (14), Darden (6), Llull (6) y Bourousis (13) -equipo inicial-, Reyes (12), Sergio Rodríguez (15), Carroll (7), Slaughter (2), Draper (5), Daniel Díez (-) y Mejri (0)
84 - Barcelona: Huertas (15), Navarro (17), Papanikolaou (6), Nachbar (4) y Tomic (10) -equipo inicial-, Dorsey (3), Sada, Abrines (8), Oleson (10), Lorbek (11), Lampe (0) y Pullen (0).
Parciales: 23-18, 25-18, 28-29, 22-19.
Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Carlos Cortés y Martínez Fernández.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de la Liga Endesa de baloncesto disputado en el Palacio de Deportes de Madrid (Madrid) ante 13.217 espectadores. Se colgó el cartel de no hay localidades.
Si complicado es sumar 25 triunfos consecutivos, misión más imposible debe ser formar un verdadero equipo, un grupo coral, una tarea de muchas horas de entrenamientos. Aquí es donde radica el éxito del Real Madrid. Nunca antes un equipo representó fielmente el significado de este vocablo. Este Real Madrid es un equipo inalcanzable, hasta para el mismo Barcelona, al que únicamente sostuvo Navarro. Con esta victoria, el cuadro blanco ya aumentó su récord, ofreció otro de sus recitales de baloncesto espectáculo y mostró al universo todas sus virtudes que le caracterizan como equipo: defensa, compromiso, solidaridad, fuerza, precisión, vocación ganadora, concentración, liderazgo, administración de recursos….

No saltó impresionado el Barcelona al Palacio de los Deportes. No debía hacerlo porque cuenta con experiencia en estas citas, pero el ambiente recordaba, e incluso mejoraba, a lo visto en la pasada final de Liga Endesa. El público era el sexto jugador. Y esto debe celebrarse porque el Real Madrid ha conseguido recuperar a la gente para el baloncesto. Se vibra en las gradas como si se tratase de fútbol. Se olía a victoria. Ya se vio durante el primer cuarto, y eso que el Barcelona lo cerró con un marcador ajustado (23-18). Pero había síntomas. Como que Rudy Fernández estaba en su noche estelar: 11 puntos y 13 de valoración. Así, de aperitivo. Como que Darden, en silencio, hacía un muro defensivo (culmen con su tapón a Dorsey). Como que el Real Madrid estaba más suelto.Social Media for Business here

El aviso se transformó en avalancha durante el segundo cuarto. Fue cuanto aparecieron en escena Felipe Reyes y Sergio Rodríguez. El primero se cansó de anotar (12 puntos, con 2 triples) y 16 de valoración. Otro mensaje para los que decían que está acabado. El segundo, en estado de gracia permanente, repartió 4 asistencias, pero primeramente giró el encuentro para el Real Madrid. Ni Sada, ni Huertas, ni Pullen consiguieron que el ritmo del partido no fuera el que dictaba el canario. Su cabeza es el ordenador de este grupo. Y así, alcanzado el ecuador, el Real Madrid mandaba ya de 13 puntos: 40-27. No sólo eso. Había más. Slaughter defendía como un lobo y Carroll se unía tímidamente a la fiesta anotadora. Salvo Mejri, todos los que habían jugado, había anotado: 63-35 en valoración global. El público lo pasaba en grande: 13.217 espectadores.

Navarro y Lorbek, sin ayudas
El descanso rebajó las revoluciones del Real Madrid. Regresaron como más calmados y eso lo aprovechó el Barcelona para ajustarse en el marcador: 53-48. Aparte de esto, Navarro, Lorbek… la vieja guardia no quería irse del partido. Pero esto enfureció al Real Madrid, en concreto a Rudy Fernández (terminó con 18 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias, siendo el MVP) y Sergio Rodríguez. Ambos volvieron a hacer de las suyas, y en consecuencia, el Real Madrid despegó en el marcador: 76-65. Durante este tiempo, Mirotic, hasta entonces desapareció, decidió unirse a la fiesta y marcarse unas cuentas jugadas de su colección particular, e inimitable. No podía faltar a la fiesta. Es otro al que le sobra talento.

El Barcelona, a diferencia que otros equipos, nunca se dejó ir del encuentro. Quiso remontar, pero no es suficiente contar únicamente con Navarro y Lorbek. Así no les llega. Necesitan algo más de energía. Y tampoco con buenos minutos de Huertas y Oleson. Los refuerzos de esta temporada (Lampe, Papanikolaou, Nachbar, Pullen y Dorsey sólo sumaron: 13 puntos) o Tomic (se parece al Tomic del segundo curso en Madrid, sin intimidar en la zona) apenas dieron brillantez al juego. Siempre que se ponían a 8 o 7 puntos del Real Madrid, éstos daban otra velocidad al juego y rápidamente volvía la diferencia psicológica de los 10 puntos. Constatado quedó que el Real Madrid juega en otra liga al resto de los equipos. Es inalcanzable.Social Media for Business here



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