Solo 40 minutos del 100% del CAI hubieran hecho posible la hazaña y el equipo aragonés se quedó en los 35, a un suspiro de destrozar la racha blanquilla y de hacerse oír dentro y fuera de nuestras fronteras. El marcador final, 68-75, es un buen resultado ante a un equipo de esta altura pero sabe a poco tras lo presenciado en la pista zaragozana.Social Media for Business here
Los de Abós salieron tal y como se esperaba, intensos y centrados, dispuestos a pelear cada balón, la única fórmula frente al invencible blanco. Tras el 0-2 inicial, el CAI se mantuvo por delante prácticamente todo el cuarto, respondiendo bien a cada arreón madridista, y manteniendo siempre un punto o dos de diferencia que llegaron a ser cinco tras dos tiros libres de Shermadini, 13-8. Sin embargo, la entrada de Carroll impulsó al Madrid permitiéndole cerrar el cuarto por delante, tras una última canasta del ‘Chacho’, 19-20.
El segundo cuarto siguió el mismo esquema, el CAI mantenía la igualdad en el marcador con distancias mínimas para los dos equipos. Shermadini que, recuperado de sus problemas de espalda, parece haber vuelto con fuerza, se agarraba al partido con 13 puntos. Aún así, su porcentaje de fallos en mates y canastas fáciles bajo el aro impedía ventajas mayores.
El apoyo de la marea roja que, con casi 11.000 espectadores, llenaba el Felipe era vital en la intensa y constante defensa sobre especialistas como el Chacho y Mirotic. De nuevo hacia el final del periodo el Madrid se ponía por delante para cerrar el cuarto 36-38.
El descanso llegó con el CAI dos puntos por debajo pero venciendo en valoración, 41-38 a favor de los zaragozanos. Con menos pérdidas, 4 locales por 6 visitantes, y más rebotes, el partido seguía en un puño.
El paso por vestuarios no cambió el rumbo en la cancha y la gesta se veía cada vez menos imposible. Los jugadores seguían peleando cada balón pero el Madrid comenzaba a mandar en el marcador aunque por distancias mínimas gracias a Rudy cuya muñeca empezaba a despertar. A falta de un minuto y medio, un triple del ‘5’ blanco ponía a su equipo cinco arriba, la máxima diferencia del partido. Sin embargo, un inmenso Rudez respondía con otros 3 puntos que ponían en pie al pabellón. Tomàs le secundaba con dos tiros libres que empataban el encuentro a falta de 10 minutos. La marea roja rugía orgullosa y creyendo en la victoria.
Para el último cuarto Rudy despertó por completo y cogió su fusil haciendo gala de su poderío anotador, 21 puntos al final, que sentenció el encuentro. En casi siete minutos el CAI solo sumó 3 puntos con un triple que salió de las manos de Pere Tomàs y eso hacía imposible ganar a un Madrid que, aunque no tuvo su mejor día, no perdona.
A falta de cinco minutos los visitantes mandaban por 10, 57-67, pero la rasmia aragonesa no permitía rendirse ni a los jugadores ni al público. Primero Sanikidze, luego Shermadini y, por último, el omnipresente Rudez, el mejor de los de Abós con 17 puntos y 30 minutos de juego a sus espaldas, iniciaban la remontada acercándose hasta un ilusionante 64-68 a falta de dos minutos.
Pero, mientras los blancos mantenían la frescura con sus rotaciones, el CAI pagaba los minutos acumulados por los suyos. Llompart robó un balón clave en defensa permitiendo un contraataque de tres contra uno que podría haber supuesto la culminación de la hazaña pero Tabu, que este sábado no tuvo su día, perdió el balón y con él la última oportunidad de doblegar al gigante. Un 2+1 para Reyes a falta de 40 segundos devolvió la calma al banquillo madridista y, aunque Rudez trató de maquillar el resultado, finalmente la rasmia no pudo con el poderío de un Madrid que sigue aumentando su leyenda.
La clasificación para la Copa se complica un poco más con esta derrota y los resultados de los rivales pero si el equipo aragonés mantiene el compromiso y la lucha demostrada este sábado en casa, a la marea roja le queda todavía mucho por decir en este 2014 que empieza.
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