Athletic de Bilbao 1 - Real Madrid 1Social Media for Business here
En San Mamés el Madrid se jugaba media liga. Ya avisé que era la salida más difícil que quedaba junto al Calderón. No sé si Carlo lo creía así y si se lo transmitió a sus jugadores. No lo sé, pero me parece que no. O si se lo dijo, el Sobrado & Friends pasaron olímpicamente del asunto. No te puedes presentar en San Mamés con tan poca tensión y tan poco fútbol, pues debes saber que allí, como los barcos de Felipe II, luchamos contra los elementos.
En un partido vital, este Madrid, con esta superplantilla, no puede regalar tanto sin imponer su fútbol y ambición. Lanzo una pregunta: ¿Así querríamos que nuestro equipo jugara una semifinal de Champions o la vuelta del Calderón? Seguro que no. Pues el partido era igual de vital y así se hizo.
Aunque si somos justos también se ha de reconocer el renacer del segundo tiempo, auspiciado por las ganas de Di María el acomodador y el retomar de la manija por Alonso y Modric. Cuando el fútbol hizo presencia, llegó el gol, los leones mutaron a gatitos siameses, el temor se adueñó de la grada y la memoria hizo flaquear los ánimos de la furibunda parroquia bilbaína.
Pero en la zarabanda madridista llegaron los tres minutos decisivos que deciden un partido y los bilbaínos en una jugada mitad afortunada, mitad auspiciada por el despeje al área del “mejor central del mundo” consiguieron el gol del empate. El Madrid seguía mandando y cuando estaba el Álamo cercado, llegó Villar y su caballería para romper el cerco con una expulsión simplemente grotesca. La expulsión no puede servir de excusa para defender un mal empate ni deja de ser una evidencia más de que el fútbol en España está podrido, lo mismo que todas sus estructuras.
Pero lo peor de todo no fue la expulsión, lo peor es que todos sabíamos que iba a pasar, o al menos que era muy posible que pasara. Lo mismo que sabíamos cuando se adelantó el Valencia en Barcelona lo que iba a pasar y que era muy posible que pasara. Son ya demasiadas coincidencias, son demasiadas evidencias de que Godall y su saldo arbitral están entretejidos en la competición de una Liga podrida y adulterada.
Porque todos sabemos que Ayza Gómez nunca tendrá problemas familiares y le irá de maravilla en su profesión como piquete arbitral. Y todos sabemos porqué no dejó sacar una falta cuando aún no se había cumplido el tiempo. Y esa seguridad me impide creer que la Liga española sea una competición deportiva.
Florentino, nos queda más trabajo en la Federación que a los voluntarios del “Nunca mais”
Me gustó: Di María, Pepe y #SúperLópez. El primero con su exuberancia física apuntaló al equipo, el segundo haciéndonos carcajear cada vez que oímos que su pareja de central es el “mejor del mundo” y el último por ser un sinónimo de seguridad y sobriedad. Tanta sobriedad que hoy nadie leerá una alabanza sobre él.
No me gustó: Marcelo, Carvajal y Ramos. Sobre todo los dos primeros, sobrepasados claramente por el ambiente. Ramos, aunque correcto, quedó señalado en la jugada del empate. Y Carlo tampoco estuvo demasiado “despierto y diligente” con los cambios.
Pepito Grillo: Anoche no fue tiempo para silencios. Esas injusticias tan manifiestas, en una Liga que se va a decidir por menos de tres puntos, no pueden quedar sin señalar. Pardeza no puede ser un portavoz tan pusilánime o quién le da el guión no puede representar al Real Madrid.
Pero si anoche el silencio fue ominoso, más lo fue durante toda esta semana el silencio vergonzante (quizás avergonzado) de Florentino Pérez que debe explicar inmediatamente al madridismo como el máximo representante de un club ejemplar pide el indulto de un corrupto sinvergüenza como Del Nido. ¿Espera que le sea recíproco el tratamiento en caso de verse en las mismas?. Vergüenza me da tener un presidente así.
Otra. Todos sabemos que los servicios jurídicos del Real Madrid son como los Reyes Magos, a todos nos gustaría que existieran, todo el mundo habla de ellos pero realmente no existen. El Madrid no debe anunciar querellas, debe presentarlas. Que supongo que habrá presupuesto para ello y si no, que impriman en blanco y negro.
Franciscus: Veremos a Ayza Gómez como a Blancanieves después de la eliminatoria de Copa del Rey.Social Media for Business here
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