03/03/2013 11:00:00
El equipo blanco, sin hacer gran cosa, se llevó un Clásico horripilante. Un golpe directo a la mandíbula blaugrana. El corresponsal Alberto Piñero lo analiza
Este Barcelona ya no es el mismo de antes. Llámenlo fin de ciclo, cambio de tendencia, vuelta a las raíces, adiós a las esencias de colonia, regreso al equilibrio en España, derrocamiento, o como quieran. Cada expresión puede tener una interpretación más o menos hiriente e incisiva, pero al fin y al cabo todas llevan al mismo lugar: este Barcelona ya no es el mismo de antes. Y no caigamos en la banalidad de que son sólo tres partidos perdidos, o de que si Pérez Lasa se cagó por no pitar un penalti en el último minuto. Porque nunca en las cuatro temporadas de Pep Guardiola se había visto un Barcelona tan inoperante y apático como ante el Real Madrid y el Milan en estas semanas. Y no es casualidad.Este sábado en el Santiago Bernabéu se pudo ver un Barcelona cuyos jugadores anduvieron por el campo como si marcharan por el césped del parque del Retiro. Cuando antes se caracterizaban por la magnífica ocupación de los huecos, por el hambre y el derroche físico en la presión y en el ataque. Por otro lado, ya antes del Clásico de Copa, Jaume Roura se desmarcó con unas declaraciones presionando al árbitro, y tanto en el Clásico en el Camp Nou como en éste se pudo comprobar a una plantilla completamente desconcentrada con los colegiados. Que no por los árbitros. Están desquiciados, idos, ausentes, fuera de control. Y la imagen de Iniesta y Victor Valdés, dos de los capitanes, amonestado y expulsado respectivamente al final del choque por reclamar a Pérez Lasa, habla por sí sola.
De esta manera, al Real Madrid le hizo falta muy poco para volver a ganarles otra vez. Por segunda ocasión en apenas cinco días. Bastó con cinco muy buenos minutos al principio y otros veinticinco al final con la salida al campo de Ronaldo. Eran los jugadores suplentes suplentísimos, les entregaron su deseada posesión, Diego López le concedió un gol incluso, y aun así no fueron capaces de inquietar a un Real Madrid que ya sí se siente superior por derecho.
Por las dos victorias consecutivas, pero sobre todo, por la imagen dada. No hace tanto que era el Real Madrid el que vivía permanentemente en una marejada cuando llegaban los Clásicos, con tanganas, expulsiones, jugadores que no salían a zona mixta, gestos a la grada, polémicas arbitrales… Ahora es el Barcelona el que las protagoniza todas. “No estamos acostumbrados a imágenes como estas en el Barcelona” puntualizó muy acertadamente Pepe en zona mixta.
Hasta esa magia, chispa y fortuna de cara a puerta en los minutos finales como demostró en la Supercopa 2011 se ha agotado. Ahora le pertenece a un Real Madrid que parece haber comenzado una nueva temporada desde esta misma semana, con una fe inmensa en poder conseguir hasta el triplete. Llámenlo cambio de ciclo si quieren. Al menos, en lo que se refiere a los duelos directos en los Clásicos, sí.
Link
0 comentarios:
Publicar un comentario