Xabi Alonso jugó tocado, prácticamente lesionado y aguantando unos fuertes dolores que a muchos otros jugadores le habrían impedido saltar al césped. El tolosarra fue más guerrero que nunca y pese a que estaba K.O, rindió al máximo nivel. De hecho, los jugadores del Manchester no notaron que estaba mermado físicamente hasta que Mou le sustituyó a 10 minutos para el final. Fue entonces cundo corroboraron que la noticia de MARCA era cierta: Xabi estaba tocado.
El mediocentro, pese a todo, se pegó una paliza. Corrió 10.572 metros durante los 83 minutos que estuvo sobre el terreno de juego y fue al choque con la misma agresividad de siempre. Con el balón en los pies también mantuvo su criterio y continuó deleitando al Bernabéu con sus cambios de orientación pese a que cada golpeo le hacía ver las estrellas.
Fue una actuación llena de pundonor que no pasó inadvertida para Mourinho y para el resto de sus compañeros, que también se batieron el cobre para intentar tumbar al Manchester.
Sami Khedira fue el mejor socio del tocado Xabi. Abandonó el terreno de juego como el jugador que más corrió en todo el partido: 11.820 metros. Seguido del mediocentro alemán, su compatriota: Mesut Özil. En partidos como los del Manchester, el 10 blanco demuestra que su juego es más que sutileza. Se pegó una paliza a correr como pocos, acumulando 11.396 metros. Acabó desfondado.
En el Manchester, Carrick hizo 11.696 metros, sólo unos pocos más que Van Persie, que como Özil demostró que su fútbol no está exento de sacrificio y esfuerzo.
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