Esta vez, uno de los fuertes del Castilla, su facilidad para hacer goles, no le acompañó en su visita a Sabadell. Los blancos cayeron 3-1 en un partido en el que llevaron la iniciativa del juego, pero no tuvieron el ritmo ni las ideas necesarias para romper a la zaga rival. El conjunto catalán se aprovechó de dos goles marcados en los arranques de la primera y la segunda parte para vivir de las rentas y afrontar un inteligente partido, bien posicionados atrás. Óscar Plano dio esperanzas con un gol en el 77', pero los madridistas concedieron demasiadas facilidades en defensa y no consiguieron prolongar la buena dinámica de las dos últimas semanas. Casemiro debutó con el filial y disputó los primeros 57 minutos.
El Sabadell lo tenía claro desde el inicio. Consciente de la peligrosidad de los blancos con espacios, salió al césped muy fuerte, buscando el área de Mejías y presionando la salida madridista. Fruto de ello, consiguió adelantarse en su primera jugada de peligro real. Lanza pone un centro desde la derecha y Aníbal remata a la red (7’). A pesar de la desventaja, el Castilla fue tomando poco a poco el ritmo del partido y frenando la iniciativa de los locales, que dieron un paso atrás y dejaron el balón a los de Toril. El problema era que la posesión no se traducía en ocasiones. El balance ofensivo de la primera parte se quedó en un remate de cabeza de Borja y dos disparos lejanos del propio Borja y de Mosquera.
En la reanudación, los locales quisieron repetir el arreón del comienzo del partido. Y, de nuevo, les salió bien. En el 50’, Toni Lao pone un centro desde la derecha que se pasea por el área sin que nadie lo consiga despejar, hasta que Eneko aparece en el segundo palo y marca a placer. El 2-0 era una losa demasiado pesada que, ahora sí, parecía afectar al Castilla. Toril buscó la reacción desde el banquillo, dando entrada a Lucas y Óscar Plano y los blancos mejoraron ligeramente. En el 60’, Casado tuvo el gol dentro del área, pero no acertó a rematar un centro de Fabinho.
Con los catalanes viviendo de su renta, el Castilla gozaba de la posesión, pero carecía de la movilidad necesarias para dar la vuelta al choque. Cuando parecía que el marcador no se iba a mover, una rápida transición madridista puso el 2-1. Jesé lee el movimiento a la espalda de la defensa de Óscar Plano, que bate a Nauzet con un fuerte golpeo (77’). Poco le duró la esperanza al Castilla, ya que en la siguiente jugada el Sabadell marcó el gol de la tranquilidad. Como en el primer tanto, centra Lanza y remata Anibal, esta vez de cabeza. Con el partido desatado pudieron llegar más goles en ambas porterías, pero el marcador no se movió.
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