El Real Madrid salió en el Bernabéu al 200 por ciento, con un ritmo y una velocidad imposible de detener para el Manchester United, que se vio superado durante la primera mitad por el Real Madrid de las grandes ocasiones. Khedira y Di María avisaron y Coentrao tuvo la más clara. Un disparo con mucha rosca del luso, que firmó su mejor partido de blanco, se encontró con la mano de De Gea. El portero rozó lo justo el esférico para salvar el gol con ayuda del poste.
El equipo de Mourinho era un ciclón, un tornado desbocado sobre el césped del Bernabéu. Cuando mejor estaba el Madrid y más perdido estaba el equipo de Sir Alex Ferguson el fútbol volvió a demostrar lo injusto que es. En el primer balón que pasó por el área del Real Madrid llegó el gol del United. Fue Welbeck, que se adelantó a su marcador y cabeceó al fondo de la red llevando la dececpción a las gradas del Bernabéu.
El gol bajó al Real Madrid, que lo estaba haciendo todo bien y se veía con un gol en contra. Acudió al rescate Cristiano Ronaldo. El luso con su actitud y su entrega, unida a la fuerza de Xabi Alonso consiguieron levantar al equipo para terminar empatando. Lo hizo, como no, Cristiano. El portugués tan pronto dispara la derecha, como lo hace con la izquierda, como salta hasta el cielo para alcanzar un centro buenísimo de Di María y rematar perfectamente al palo largo de De Gea, que no alcanzó para deter la pelota. Pidió un penalti el Real Madrid por falta de Jones sobre Di María. El choque, que si parecía ilegal, no fue penalti al parecer del árbitro del partido. 1-1 al descanso, un resultado que no merecía el United, tímido arriba y fallón en defensa. El Real Madrid lo estaba haciendo todo perfecto, solo el cabezazo de Welbeck había empañado la primera parte.
El Manchester United había aprendido la lección del primer acto y saltó al campo mucho más serio, conteniendo al Real Madrid y alargando sus posesiones para evitar las embestidas de Ronaldo y compañía. Al Real Madrid se le bajó la persiana, poseía el balón pero no sabía que hacer con el. Al no encontrar espacios Di María buscó el gol con disparos lejanos, pero se encontró con las manos de De Gea. Con los pies del arquero español se encontró Coentrao poco después, que luso remató un centro de Khedira que De Gea salvó con la pierna a media altura. Una forma tan ortodoxa como efectiva.
En el minuto 70 la tuvo, otra vez, Cristiano, pero no acertó a rematar un centro raso de Higuaín. Estuvo más rápido Ferdinand para sacarle la pelota al delantero del Real Madrid. A partir de ahí el Madrid desapareció y el United lo aprovechó. La entrada de Giggs le dio al equipo de Ferguson mayor y mejor posesión.
Van Persie pudo sentenciar la eliminatoria
El delantero holandés fue el mejor de los suyos y pudo adelantar al United en el Bernabéu. Primero se encontró con el larguero tras una parada de Diego López y, acto seguido, con Xabi Alonso, que sacó bajo palos una volea mordida de Van Persie.
Antes del cierre del primer acto entre españoles e ingleses ambos conjuntos pudieron marcar, primero Giggs, una leyenda de la Champions, que no acertó a rematar bien un balón que se encontró dentro del área. La última ocasión blanca la tuvo Khedira pero, una vez más, De Gea salvó los muebles y dejó la eliminatoria más viva que nunca para la vuelta. Si el Real Madrid juega como en la primera mitad tendrá muchas opciones de sacar un resultado positivo de Manchester, pero si el United sigue siendo tan efectivo y consigue frenar el ímpetu blanco podrá plantarle cara al equipo de Mourinho en su camino hacía la Décima.
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