Pese a que este jueves sufrieron los de Xavi Pascual, sobre todo en un negro inicio de partido y un incierto final, la capacidad de respuesta abrumadora y el esfuerzo realizado en un segundo cuarto mágico, similar al excelso tercer periodo del primer choque en Moscú, permitió a los locales liderados por Juan Carlos Navarro dar la vuelta al marcador y achicar a un CSKA que llegó a Barcelona con ganas de revancha.
A la que cogieron el tono los hombres que tiran del carro, con el capitán al frente de la reacción y un Marcelinho Huertas que leyó muy bien el partido, los ánimos de salir victoriosos fueron decayendo en los rusos, punto a punto en un goteo constante que hizo pasar de una diferencia de hasta 12 puntos para los de Ettore Messina a una de más 10 para los catalanes con un parcial de 19-1.
Por medio, como puntos de inflexión, una jugada de ''perro viejo'' de Sarunas Jasikevicius y la racha anotadora y liderazgo de Navarro. Con 26-34 para el CSKA, el base lituano forzó desde el banquillo una técnica que hizo estallar al Palau Blaugrana y llevó al Barçaa Regal a la reacción, que no hubiera sido tal de no ser por dos triples consecutivos marca de la casa y una rápida contra de Navarro.
Con él cambió todo y el Regal volvió a brillar como en las mejores noches europeas, quizá sin continuidad para cerrar el partido pero suficiente para no hacer peligrar su liderato, que tenía de margen los 21 puntos conseguidos en Moscú (60-81). Seguramente, el cansancio hizo mella y también la voluntad de poner serenidad, pero la segunda parte fue más calmada.
Los blaugrana intentaron dormir el partido, caldeado por la agresividad a la hora de meter las manos del CSKA, pero la verdad es volvieron a encallarse en ataque, igual que al inicio de partido cuando encajaron el 0-7 inicial, pero esta vez los moscovitas no tuvieron la chispa necesaria ni aparecieron los Teodosic, Kaun o Khryapa de turno para mover la reacción.
Así, en distancias cortas, se jugaron de tú a tú los diez minutos finales, luchando suavemente por una victoria de prestigio que quiso y buscó más el Barçaa Regal ante un CSKA Moscú que, dando por imposible el salir líderes del Palau Blaugrana, bajaron un poco los brazos.
Pero esta reacción no fue tan clara como en su casa, cuando fueron vapuleados por los invictos blaugranas, y dieron emoción a los últimos suspiros de partido hasta el punto de volver a ponerse arriba y decir adiós a la Fase Regular como único equipo capaz de ganar a los catalanes.
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