Nota de los usuarios: 6,7 (3 votos)Social Media for Business here
Cristiano Ronaldo, la gran amenaza del Manchester United | Reuters/Archivo
A pesar de la reciente racha de resultados cosechados ante el FC Barcelona, el Real Madrid, en su camino hacia la ansiada Décima, juega hoy su partido más importante del año... y el más difícil. Old Trafford promete ser el infierno habitual de los 'Diablos Rojos' del Manchester United pero los blancos tienen motivos para confiar en, por lo menos, un empate a goles que les dé el pase a cuartos de final.
Cristiano Ronaldo y diez más
Si hay un jugador en plena forma en el fútbol mundial ése es sin duda Cristiano Ronaldo. El portugués llega al partido de su vida, el que enfrenta a los dos equipos que le han dado la categoría de estrella de la que goza hoy, en el mejor momento de su carrera y será la primera vez que visite un estadio sin el ambiente hostil que acostumbra a sufrir en el resto de campos de España y de Europa.
Sobre el terreno de juego, será el futbolista más vigilado, pues sus ex compañeros le conocen bien y le han señalado durante toda la semana como la gran amenaza merengue. Cuatro años después de aterrizar en Madrid, con 39 goles en lo que va de temporada, un Cristiano más maduro y comprometido tratará de continuar con el promedio de más de un gol por partido que acumula desde su llegada al club blanco.
Moral por las nubes y necesidad de mantener la tensión
Tras vencer en dos partidos consecutivos a un Barcelona que durante los últimos años se había convertido en su ogro particular, los de José Mourinho llegan enchufados y con la confianza de que pueden vencer cualquier obstáculo en su épica hacia la Décima. Además, aunque el objetivo principal es la Champions, se han quitado ya la presión que suponía la incertidumbre de su andadura en Copa que sufrieron en el partido de ida.
Por otro lado, prácticamente desahuciados en Liga, el Real Madrid se ve en la obligación de pasar de ronda si quiere mantener viva la tensión deportiva en el vestuario de aquí a que se dispute la final de Copa frente al Atlético de Madrid el próximo mes de mayo. Dos meses y medio sin nada en juego haría caer los ánimos de una plantilla que se vería sin objetivos hasta la mencionada final, a la que por tanto llegarían sin el mismo empuje del que disfrutan ahora.
Plantilla totalmente enchufada
Con la única baja de Iker Casillas, que no obstante también ha viajado a Manchester con el resto de compañeros, la plantilla al completo se encuentra disponible para disputar el encuentro de Old Trafford. Pero no en un estado cualquiera: después de un inicio de temporada titubeante a nivel físico, los futbolistas del Madrid han demostrado ante el Barça haber llegado al tramo decisivo del año en un pico de forma muy alto, que les permite jugar con ese estilo de presión arriba y correr a la contra que les ha caracterizado en los últimos tiempos. Di María y su incesante presión en los últimos partidos es el mejor ejemplo de este renacer físico.
Pero, por si fuera poco, jugadores que antes parecían condenados al ostracismo han sido recuperados por Mourinho hasta demostrar estar en forma suficiente como para afrontar encuentros decisivos. El caso más representativo es el de Raphaël Varane, que en apenas un mes se ha erigido en figura imprescindible en el sistema defensivo del técnico portugués, hasta desplazar incluso a Pepe del once titular. Pero no es el único: aunque no serán titulares en Old Trafford, futbolistas como Kaká o Morata han demostrado estar al nivel que se espera de un partido como el de la vuelta ante el United.
La historia se escribe en 'blanco sobre rojo'
Aunque cada uno de este tipo de partidos se define por sí sólo y de nada sirve las estadísticas precedentes, la historia reciente entre ambos contendientes juega a favor del Real Madrid y ello puede condicionar sobremanera a los 'Diablos Rojos'.
En el año 2000, un Real Madrid también desahuciado en Liga llegaba a Old Trafford después de un 0-0 en la ida de los cuartos de final de Champions. Pese a que el Manchester era indiscutible favorito para pasar de ronda, el Real Madrid de Del Bosque se impuso con un contundente 2-3 y siguió su camino hacia la que sería su octava Copa de Europa. Algo parecido ocurrió en 2003: también con Del Bosque en el banquillo blanco, el Madrid llegó al 'Teatro de los Sueños' para defender el 3-1 de la ida y, aunque perdió por 4-3, acabaría confirmando su calidad de vigente campeón de Europa.
Ahora, diez años después, aquellos 'paseos' por Manchester amenazan con condicionar el juego de los de Ferguson, quien también dirigía al United entonces, y en especial a esos jugadores más veteranos que vivieron aquellos dos últimos duelos europeos. Seguro que Giggs, que cumplirá hoy su partido oficial número 1.000 con la camiseta roja, lo recuerda bien.
Un estilo definido y mucho sacrificio
Este año, por primera vez en mucho tiempo, Mourinho ha logrado desarrollar un estilo definido para el Real Madrid: defensa férrea, presión intensa y salidas al contragolpe para aprovechar rápidamente los huecos dejados por el ataque rival.
Y a ese rigor táctico se le suma ahora un mayor sacrificio en las ayudas por parte de jugadores que antes no participaban de la presión y las labores defensivas, como Özil o Cristiano Ronaldo, lo cual garantiza a los blancos que, ante un eventual mayor esfuerzo requerido en defensa, podrán estar a la altura del exigente ataque del United.Social Media for Business here
Link
0 comentarios:
Publicar un comentario