El Grupo Intereconomía contaba con la venta al Real Madrid de su participación en NET TV para sanear en parte sus finanzas. Sin embargo, la compañía de Julio Ariza se ha encontrado con un obstáculo inesperado cuando la transacción parecía finiquitada. Según aseguran fuentes financieras, La Caixa, uno de los principales acreedores de la sociedad, ha puesto pie en pared y quiere que el montante total que se obtenga por la venta sirva para liquidar deuda, una imposición que contrasta con la intención de los gestores, que pasaba por destinar una parte a reducir el saldo pendiente y otra a atender el día a día de la empresa. La operación estaba tasada en el entorno de los 20 millones de euros.Social Media for Business here
“Ariza era partidario de cancelar sólo parte de la deuda que tiene contraída con La Caixa y dedicar el resto a las necesidades de tesorería que tiene Intereconomía. La entidad financiera aspira a hacerse con el total de la venta. Ahí han encallado las conversaciones”, explican estas fuentes. NET TV es el múltiplex digital concedido en su día por el Gobierno al Grupo Vocento, que controla un 75% de la sociedad. Intereconomía atesora el restante 25%, cuota que le permite explotar un canal y que negocia colocar desde hace meses debido a las dificultades económicas que sufre. Bajo el paraguas de esa licencia emiten Disney Channel, MTV, Paramount y la propia Intereconomía TV.
Por su parte, Real Madrid TV emite actualmente en Digital+, plataforma de pago del Grupo Prisa, si bien sus ejecutivos no han ocultado desde hace años su interés en acceder a un canal en abierto. El presidente de la entidad, Florentino Pérez, ya se planteó en su día cumplir ese objetivo a través de la frecuencia de Marca TV, propiedad de Unidad Editorial y que dejó de emitir en el verano de 2013. El acuerdo con Intereconomía, que se daba por hecho a principios de diciembre, no sólo se encuentra en un impasse por los vetos financieros, sino que topa con el actual caos en que vive el sector audiovisual, pendiente de la aplicación de una sentencia del Supremo que amenaza con modificar toda la asignación de frecuencias.
En efecto, el Alto Tribunal confirmaba el pasado 18 de diciembre la obligación de las cadenas de devolver nueve canales concedidos sin concurso en la era Zapatero. Está ahora en manos del Gobierno la ejecución de la sentencia, que obligará al apagón de dos canales en el caso de NET TV. La incertidumbre generada por la aplicación del fallo, algo que el Ejecutivo debe acometer de manera inminente, tampoco favorece la rúbrica del acuerdo con el club del presidente de ACS. La entrada de Real Madrid TV en el cuarteto de frecuencias obligaría al desalojo de algunos de los actuales arrendatarios, quedando también en el alero la presencia de Intereconomía TV, que al perder la titularidad del múltiplex tendría que alquilar su espacio.
Los problemas de Intereconomía
La compañía de Julio Ariza decidía estas Navidades el cierre definitivo de su buque insignia, el diario La Gaceta, tras meses de atrasos en las nóminas a los trabajadores y con cifras de difusión residuales. Los problemas empezaban a vislumbrarse en el año 2011, último para el que existen cuentas del grupo en el Registro Mercantil. Ya entonces la firma multiplicaba sus pérdidas casi por 20 y cerraba con un saldo negativo de 16 millones de euros. Según admitía entonces la compañía, se negociaba con bancos y proveedores comerciales para “garantizar la viabilidad futura del negocio”.
La auditoría no podía ser más tajante e incluso advertía de la existencia de un fondo de maniobra negativo, claro indicativo de los problemas de tesorería por los que atravesaba la empresa y que no la han abandonado desde entonces. Intereconomía admitía en esos estados contables deudas con entidades de crédito a corto a plazo por importe de 17,82 millones de euros, además de otros pasivos financieros a doce meses vista por valor de 3,89 millones. Las obligaciones a largo plazo con entidades financieras incrementaban la carga en 2,63 millones adicionales. Todo sin contar con el agujero generado por impagos a los proveedores.
La auditoría confiaba el futuro de la sociedad al cumplimiento del plan esbozado por sus gestores y que abarcaba varios frentes, uno de ellos el de los bancos. De este modo, el grupo reconocía que era “necesaria una reestructuración financiera con el fin de que la liquidez de la sociedad se acompase con sus obligaciones de pago”. Para ello, se abrió en mayo de 2012 un proceso de renegociación con los acreedores. En paralelo, la compañía buscaba una flexibilización de “las condiciones de los contratos de financiación existentes al cierre del ejercicio 2011” y “fondos adicionales que permitan financiar el circulante de la sociedad hasta la ejecución efectiva de las operaciones de reestructuración”. Un tour de force en el que todavía sigue.Social Media for Business here
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