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miércoles, 16 de enero de 2013

Valencia espera ahora al Real Madrid totalmente indignada

Conrado Valle

17 de enero de 2013 0:50h
Valencia espera ahora al Real Madrid totalmente indignadaAmpliar Roberto Soldado terminó descentrado tras los continuos errores del colegiado. |

Muñiz Fernández entró el martes en el grupo de árbitros con quienes el Valencia preferiría no volver a cruzarse. De hecho el club va a llevar su protesta a las altas esferas de la RFEF y quiere hacerlas también llegar al Comité de Árbitros. El Valencia siente que pocas veces existe tal grado de unanimidad sobre un arbitraje. El colegiado les perjudicó en el Santiago Bernabéu y no por un error sino por hasta los seis que contabilizan los che: tres fueras de juego de Soldado que no eran; dos penaltis de Carvalho no pitados, uno por manos, otro por agarrón a Jonas; y dar por válido el gol de Higuaín cuando se ayudó de su mano.

Sirva como ejemplo de la dimensión que tomó su actuación el hecho de que el hashtag "roboalvalencia" fue la primera tendencia de Twitter en España durante más de dos horas. Las redes sociales fueron un foro de denuncia y desahogo para aficionados y también profesionales blanquinegros. David Albelda fue posiblemente el más contundente de cuantos jugadores opinaron en la red: "El mejor del Madrid ha sido Di María durante toda la semana". Dicho mensaje del capitán fue reproducido también por el club en su cuenta oficial. Es decir, lo hizo suyo.

La crítica de la prensa local versó precisamente sobre la presión que pudiera haber ejercido el argentino cuando dijo "a veces los fallos de los árbitros no son por error", declaraciones por las que el Comité de Árbitros solicitó ayer a Competición que sea sancionado. Así Superdeporte título en su portada "Quien no llora no mama". Levante-EMV y Las Provincias daban carácter retrospectivo al "atropello" sufrido en Madrid con un "La historia se repite" y "La misma pesadilla de siempre".

Les pide cabeza. Ernesto Valverde trata ahora de que la polémica no desgaste a su equipo. Instó a sus jugadores durante la cena en el hotel de Madrid (donde pernoctó el Valencia) y también ayer antes del entrenamiento a dejar de hablar ya de Muñiz Fernández, en público y también entre ellos. Considera que seguir cargando tintas contra el colegiado a la larga puede perjudicar más que beneficiarles. Se entiende en ese contexto la frase que dejó ayer Adil Rami en sala de prensa: "Me tengo que morder la lengua como todos, no quiero pagar 1500 euros".

Valverde recalcó a los suyos que quedan aún dos capítulos de la trilogía y con las críticas vertidas en caliente es suficiente. En las entrañas del Bernabéu sí mostraron su indignación Soldado, Jonas, Parejo, Guaita y Manuel Llorente. El presidente, que en un primer momento no iba a hablar, apareció en la zona mixta tras ver repetidas las imágenes de la polémica en el vestuario, lugar donde además palpó de primera mano la rabia de sus jugadores. Llorente dijo: "Llevan toda la semana hablando de los árbitros y al final ha dado resultado". Ningún directivo ni jugador se cruzó con Muñiz. Solo el delegado Voro para ver el acta. Ahora las miradas están puestas en Teixeira II y Pérez Lasa, árbitros de los próximos Valencia-Madrid. La afición che quiere revancha y el destino le brinda dos oportunidades en tres días.



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