Real Madrid

El Real Madrid retoma la senda de la recuperación que venía emprendiendo antes de visitar Granada tras golear a un Sevilla insípido a más no poder, en un partido tibio y deslucido. Con el equipo B sobre el césped, fue suficiente un tempranero gol de Benzema tras un regalo de Fernando Navarro y la chispa de un Ronaldo estelar para que los pupilos de José Mourinho se exhibieran justo antes de recibir al Manchester United en la Champions. El luso marcó tres goles que le colocan a la altura de Gento en la Historia del Real Madrid, exhibiendo músculo antes del partido más importante del año. Encuentro para el que estará listo Pepe, que reapareció precisamente este sábado.

No pudo empezar mejor el partido para el Real Madrid. Los primeros minutos trajeron un empate a nada entre blancos y rojos, como si los dos tuvieran la cabeza en otro sitio que no fuera la Liga, o incluso el Bernabéu. Sin embargo, fue el cuadro merengue el que más rédito sacó de esa empanada inicial. Y no podía llegar de otra manera que no fuera merced a unos fallos que fueron una constante durante todo el partido. La línea defensiva del Sevilla, descolocada, no pudo atajar un ataque estático de los pupilos de Mourinho. El balón les pasó por encima, y el centro de Ronaldo lo despejó Fernando Navarro hacia su propia portería. Concretamente, hacia donde estaba Benzema sobre la línea de gol. El francés, negado de cara a puerta, por fin volvió a marcar. De aquella manera, sí, pero no es menos cierto que estaba luchando fuerte por ello hasta el momento.

El gol descolocó al cuadro sevillista. Sin muchos efectivos, Unai Emery apostó por un trivote en la medular con Maduro, Kondogbia y un Medel ‘haciendo de’ mediapunta. Es de suponer que pretendía aguantar la igualdad en el marcador lo más posible, sostener al Real Madrid en el centro, fiándolo todo a los Negredo, Reyes y Navas. Le salió mal el plan. Y se le vieron las costuras cuando tuvo que proponer. Algo que lo aprovechó el Real Madrid para poner más ventaja en el marcador mediada la primera parte de la mano de Ronaldo. No necesitó mucho para marcar el luso. Recibió a unos 25 metros de la meta, caracoleó frente a Maduro y su tomahawk con la izquierda fue imparable para Beto. ¡Qué cataclismo sería si este chico no sigue en el Real Madrid!

Con el Bernabéu entregado a la causa, el luso todavía daría más motivos al respetable. El 2-0 había servido para cerrar prácticamente el partido. Al minuto de la reanudación, el propio Ronaldo le pondría siete candados… ¡de un despeje de Beto! Arbeloa cabecearía hacia campo contrario, y sin que ningún defensa hiciera por atajar el cuero, Ronaldo lo rebañó en carrera para plantarse frente a su compatriota y batirle en el mano a mano.  Con el lustre justo en momentos puntuales, el Real Madrid había amarrado ya los tres puntos sin que el Sevilla se los discutiera siquiera. Ni maquillarlo supo. Todo lo contrario. Ronaldo marcaría su tercer gol, el 4-0 global, al remachar un contraataque guiado por él mismo y por Higuaín que nació en un córner en la misma área merengue.

La última media hora dio para que el Santiago Bernabéu viera a Morata en acción tras sustituir al ovacionadísimo Ronaldo. Y también para ver reaparecer a Pepe, en lo que fue su primer partido en este 2013, justo para medirse al Manchester United. Lo hizo como mediocentro, obligado por la boba expulsión de Higuaín por doble amarilla, por cierto. Ni ello, ni el gol en las postrimerías de Manu Del Moral complicaron el encuentro a los pupilos de Mourinho, que pudieron reservar efectivos, ganarse a su público y coger confianza de cara al partido de Champions de este miércoles. Una final anticipada.

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