@javicanarion lamenta la baja de Jesé Rodríguez frente al Schalke 04, incapaz de celebrar el pase del Real Madrid a cuartos de final.Social Media for Business here
Pirro “el águila” fue un gran general heleno nacido en Epiro, en el noroeste de Grecia, hacia el año 318 antes de Cristo. De talante belicoso, poseía sangre macedonia y griega compartida con Alejandro el Magno, y se decía que con el mismísimo Aquiles. Toda su vida fue un no parar de batallar frente a griegos, macedonios, cartagineses y romanos. Buscando la gloria y devolviendo un antiguo favor, en el 280 a.C. Pirro acudió presto a la llamada de los tarentinos, que eran unos primos suyos griegos afincados en el Imperio romano en la ciudad de Tarento, ociosos y pacíficos, que querían sacudirse el yugo de los estrictos romanos. Allá fue Pirro, para ponerse a la cabeza de un ejército de 25.000 infantes, jinetes y arqueros y unos 50 elefantes, que sembraron el terror en la Península itálica, pues fue la primera ocasión en la que asomaron estas bestias por aquellos lares.
Había que tenerlos bien puestos para enfrentarse a Roma en la guarida de la loba romana. Epiro lo hizo, y ganó la primera batalla en Heraclea, al norte de Tarento. Fue una victoria pagada a un alto coste, pues si bien 7.000 romanos se dejaron la vida en el campo de batalla, Pirro perdió 4.000 soldados, algunos de ellos de los más valerosos de su ejército. Pirro decidió seguir avanzando hacia la Ciudad Eterna, asediando un importante paso llamado Asculum. Conquistó la plaza en una victoria agridulce golpeando a los romanos, que sufrieron 6.000 bajas, pero 3.000 cadáveres epirotas yacían en el campo de batalla. Concluida esta, el típico cepillón del jefe se acercó a Pirro para darle una palmadita en la espalda felicitándole por la victoria. Pirro, reflexivo e irónico, le contestó: “Sí, pero otra victoria como esta y me vuelvo solo a Epiro”. Victorias agridulces o victorias a un alto coste o precio, desde entonces, se resumen en la expresión “victoria pírrica”.
Carlo “Pirro” Ancelotti derrotó por dos veces a un ejército de futbolistas alemanes de Gelsenkirchen, llegados de la cuenca minera de Renania del Norte – Westfalia. Dos victorias para el Real Madrid incontestables, en terreno enemigo y en suelo conocido. Un 1-6 en el Veltins Arena y un 3-1 en el Bernabéu para un total de 9-2 en la eliminatoria es suficiente como para que algún lametraserillos, como decía José María García, se acercara a Ancelotti a felicitarle por la batalla, pero…
Pero el pase de la eliminatoria se produjo a un alto coste. Jesé Rodríguez, la perla de la cantera, el futbolista más deslumbrante que ha salido de la Ciudad Deportiva del Real Madrid desde Raúl y Casillas cayó herido en combate. Un bosnio del ejército del Schalke 04 alemán utilizó toda su fuerza en una carga en apariencia intrascendente, cerca del banderín, que terminó con Jesé en el suelo retorciéndose de dolor imaginando en esos segundos todo lo que se perdería de aquí al final de la campaña. Superar el récord de goles de Raúl en una primera temporada, levantar de sus asientos al público que le paga el sueldo, quizá algún gol agónico y heroico en una de las finales que le quedan al Real Madrid hasta mayo, soñar con estar en el Mundial de Brasil… No, Ancelotti no podría sonreír ante la pelota palmadita, puesto que sabe que ha perdido una de sus cuatro mejores armas de ataque de aquí al final de la temporada.
Jesé Rodríguez es un soldado joven, que sabrá recuperarse para otras batallas en el futuro. Otras finales llegarán, otros Mundiales y Eurocopas vendrán, y él estará allí, pues ha nacido con estrella, como Pirro, destinado a liderar alguna de las más épicas victorias del Real Madrid y de España en el futuro. Otros jugadores han tenido estas lesiones y otras peores y están recuperados. Jesé debería escuchar el ejemplo de sus paisanos, Juan Carlos Valerón y Vitolo, que tras graves lesiones siguen dando lecciones de buenos futbolistas por los campos de España. Esquivar la ansiedad y la desesperación, abrazar la ilusión con la desbordante juventud que tiene y comprender que es un monumental obstáculo en su camino para que al superarlo pueda volver más fuerte, más seguro, más líder. Jesé Rodríguez está destinado a capitanear el mejor club del siglo XX y un ligamento de una rodilla no podrá detenerle. Desde Compartir Pasión queremos enviar muchos ánimos al futbolista del barrio de La Feria (como Jonathan Viera, como David González, “El Moco”), en Las Palmas de Gran Canaria, deseando su pronta recuperación total.
Por cierto que Pirro tuvo una muerte bastante absurda. La madre de un soldado enemigo que iba a ser abatido por su espada le tiró una teja de gran tamaño a la cabeza que le mató. Fue decapitado posteriormente y su cabeza exhibida ante el rey enemigo, que reconociendo su valor, le hizo enterrar con los honores que corresponden a un valeroso general. No acabo de ver similitudes con la historia que nos ocupa, pero me apetecía compartirlo con ustedes, por si se preguntaban cómo acabó sus días el bravo general heleno.
Un abrazo a ellos, un beso a ellas, y nos vemos aquí o en los bares, o en twitter @javicanarion
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