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sábado, 22 de marzo de 2014

Real Madrid - Barcelona 2005: el tridente mágico funcionó

22-03-2014 22:20

Llegaba el F.C. Barcelona al Bernabéu con la sensación de que, con una victoria, saldría casi matemáticamente campeón. Nueve puntos de ventaja eran muchos, pero el Real Madrid jamás se da por vencido. Tras un encuentro en el que pasó por encima a los catalanes, los blancos rebajaron esa distancia a seis puntos gracias a la exhibición goleadora de su tridente atacante.

Imanol Echegaray García
Real Madrid - Barcelona 2005: el tridente mágico funcionó

Real Madrid C.F.Social Media for Business here

4 2

F.C. Barcelona

Real Madrid C.F.: Iker Casillas; Míchel Salgado, Pavón, Helguera, Roberto Carlos; Beckham, Gravesen, Zidane (Celades, min. 89), Raúl (Solari, min. 84); Owen (Figo, min. 81) y Ronaldo.

F.C. Barcelona: Víctor Valdés; Belletti, Puyol, Oleguer, Gio; Giuly (Maxi López, min. 66), Xavi, Márquez, Iniesta; Ronaldinho y Eto'o (Damiá, min. 76).

MARCADOR: 1-0. Min. 7: Zidane, 2-0. Min. 20: Ronaldo, 2-1. Min. 29: Eto'o, 3-1. Min. 46: Raúl, 4-1. Min.66, 4-2. Min. 73: Ronaldinho.

ÁRBITRO: Ramírez Domínguez (Comité Andaluz). Mostró cartulina amarilla a Salgado (49'), Beckham (71'), del Real Madrid, y a Gio (50'), Belletti (65'), Puyol (69'), del Barcelona.

INCIDENCIAS: 75.000 espectadores llenaron el estadio Santiago Bernabéu. Césped en buenas condiciones. Los dos equipos se fotografiaron junto a sendas pancartas que apoyan la candidatura de Madrid 2012. Ver más en: http://ift.tt/1dct6WD

La rivalidad era latente pero siempre dentro de unos parámetros de respeto mutuo. El F.C. Barcelona de Frank Rijkaard llegaba al Santiago Bernabéu con 9 puntos de distancia sobre un Real Madrid que, como siempre, se agarró a un clavo ardiendo para intentar remontar una Liga que era imposible.

Jornada 31, y sobre el tapete blanco una constelación de estrellas que difícilmente se pueda repetir en un encuentro de este calado. Casillas, Roberto Carlos, Beckham, Zidane, Raúl, Owen, Figo, Ronaldo, Valdés, Puyol, Xavi, Iniesta, Ronaldinho o Eto’o daban lustre a un encuentro que, con una victoria blaugrana, cerraría casi de manera matemática el liderato del Barcelona, pero que con una victoria blanca, las esperanzas, aunque pequeñas, aumentarían.

Los tres delanteros madridistas marcaronEl encuentro empezó electrizante. Con un Real Madrid que no se anduvo en probaturas y en observar cómo se disponía el Barcelona sobre el césped. Salió a morder y a hacer daño. Y lo consiguió.

El entrenador blanco, el brasileño Luxemburgo, revolucionó el once en el encuentro menos esperado. Sentó a Luis Figo y salió arriba con Raúl, Owen y Ronaldo. Fue éste último el responsable de los dos primeros goles.

El mejor delantero de la historia del fútbol dibujó una jugada por la banda derecha, que acabó con un centro preciso al segundo palo, donde ni Valdés ni su floja defensa pudieron llegar. Por allí surgió la cabeza de un mago, Zidane, para rematar en plancha y sin oposición un regalo en forma de balón. 1-0, ‘Zizou’ se estrelló contra el palo de la portería y el Barcelona se estaba estrellando contra el ímpetu blanco.

Sin tiempo para alardes ni reproches, en el minuto 20 llegó el segundo gol madridista. Una falta botada por el mejor lanzador de faltas de la época, David Beckham, fue cabeceada por el propio Ronaldo, que entraba como Pedro por su casa, para poner el 2-0 en el marcador y añadir una losa más a la mochila culé, que ya pesaba más de la cuenta.

El intento de reacción de los blaugranas, unos minutos después, con el gol de Samuel Eto’o, quedó en agua de borrajas cuando Raúl, el que nunca hace nada, barrió el área tras un centro de Roberto Carlos, que puso el turbo a la moto, y así apaciguar los aires de remontada que querían imprimir los catalanes. 3-1 y descanso.

En la segunda parte el Real Madrid siguió igual. En un desbarajuste defensivo de la zaga culé, Owen dibujó un desmarque perfecto a su espalda, de esos que le definen y catalogan como el extraordinario delantero que fue, para presentarse sólo ante Víctor Valdés y rematarle bajo, entre las piernas, donde hace daño, poniendo el 4-1 en el electrónico y así terminar con las pocas aspiraciones de llevarse botín del Bernabéu que tenían los de Rijkaard.

Con todo el pescado vendido, era turno de ver a Ronaldinho, hasta ese momento desaparecido. Una falta cercana al área de Iker Casillas fue propicia para que el brasileño respirase, mirase donde quería colocar el balón, cogiese carrerilla, golpease y la acunase exactamente en ese punto. A la escuadra. La estatua es lo único que pudo hacer el guardameta blanco.

El partido agonizaba y el Real Madrid se iba sabiendo que había hecho los deberes. En aquel encuentro mojaron los tres delanteros de la plantilla. Owen, Raúl y Ronaldo. Un lujo estelar que pocos equipos se han podido permitir en la historia.

La Liga sería para el F.C. Barcelona, pero tuvo que sudarla para luego disfrutarla. En los genes madridistas no hay nunca un imposible mientras la esperanza sea mínima. En este encuentro demostraron estar a la altura de la camiseta que vestían. Y la camiseta estar a la altura de los jugadores a los que vestía.

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