Tras la expectación levantada por el derbi madrileño, todo sigue igual. El Real Madrid volvió a ganar (2-0) al Atlético y ya van 14 años que los colchoneros no consiguen vencer a su 'eterno rival'.
Sobre el campo ganó el mejor, el Madrid de Mourinho. Pero también es cierto que, pese a lo trascendental del partido, ninguno de los dos equipos dio una buena imagen. Al menos, no la imagen que se espera de dos candidatos a disputar la Liga al Barcelona, que venció 5-1 al Athletic y logró el mejor arranque liguero de la historia.
Con un Málaga descolgado (está a 18 puntos del Barça) tras su derrota en Getafe, cada vez parece más claro que Real Madrid y Atlético son los únicos equipos que pueden intentar pelearle esta liga al Barça hasta el final. Sin embargo, para hacerlo ambos conjuntos madrileños deberían mostrarse menos rácanos que en el derbi de este sábado.
Dos equipos poco ambiciosos
Pese a que llegaba por detrás en la tabla, se esperaba un Madrid arrollador. Necesitaba ganar y hacerlo con convicción ante su público. Pero poco de eso se vio sobre el césped del Bernabéu.
En los primeros minutos, bastó un Atlético bien posicionado para tapar los huecos e impedir la sensación de peligro del conjunto madridista. Después, una mano absurda de Turan forzó una falta que rompió el partido de parte de los blancos.
Ocho meses después, un gran Cristiano Ronaldo volvió a marcar de falta al Atlético y ahí se acabó el espectáculo que prometía este esperado derbi.
Los rojiblancos quedaron tocados por este mazazo y el Madrid aprovechó la ocasión para buscar, aunque sin mucha urgencia, el gol de la tranquilidad.
Mientras tanto, los continuos golpes y faltas, con Diego Costa y Sergio Ramos como principales protagonistas, se encargaron de diluir el poco fútbol que se veía en el campo. El choque se convirtió en un partido feo, bronco, duro y con muchos nervios. Una pésima imagen, sin ninguna ocasión de gol más, que ninguno de los dos equipos parecía dispuesto a cambiar.
Destellos de otros tiempos en la segunda parte del Madrid
Por suerte para el espectador, en la segunda mitad apareció un Real Madrid que recordó en algunas acciones al conjunto triunfal del año pasado.
Relajados por el gol, Mourinho planteó el segundo tiempo para esperar atrás y salir a matar a la contra. Pero no hizo falta ni eso. El conjunto de Simeone no generó peligro y poco a poco los merengues se hicieron con el control total del encuentro.
Özil, Di María, Cristiano y Benzema desplegaron sus virtudes como no habían hecho hasta ahora. Sus continuas combinaciones les convirtieron en dueños y señores del terreno rival y superaron sin problemas a un Atlético que se limitó a achicar aguas.
El gol de Özil terminó de romper el choque y solo los postes evitaron que Cristiano, que siempre se crece ante los colchoneros, se fuera con un 'hat-trick'.
Pese a esta segunda mitad, la sensación que dejó el Madrid fue la de un equipo rácano, a veces encorsetado y poco ambicioso al que solo bastó la genialidad de Cristiano para ganarlo sin problemas.
Los madridistas sumaron tres puntos y siguen a 11 del Barça tras superar el primer escollo. Pero para alcanzar al conjunto culé necesitarán mucho más. Esos destellos de buen fútbol son el camino que los blancos deben seguir para presentarse como seria alternativa liguera al Barcelona.
Un Atlético sin garra
La imagen del Atlético fue aún peor. El conjunto del 'Cholo' no intimidó al Madrid en ningún momento y, salvo un disparo de Falcao a los diez minutos, Casillas no tuvo que intervenir.
La ausencia de Filipe Luis, que estaba tocado y fue suplido por Cata Díaz, se notó mucho en el Atleti que perdió la profundidad por la banda que le da el brasileño. Los balones no llegaban a Falcao y el 'Tigre' se quedó sin rugir en su primera visita al Bernabéu.
Si a ello unimos el nerviosismo, que parece a atenazar a los rojiblancos cuando se enfrentan al Madrid, se explica por qué ni el mejor Atlético de los últimos tiempos intimidó a su 'eterno rival'.
Aunque el Atlético mantiene cinco puntos de ventaja con el Madrid, se descuelga de la primera plaza y ahora están a seis del Barça, cuando dentro de 15 días tienen otra reválida.
Los colchoneros visitarán el Camp Nou y mucho deberán cambiar su imagen si quieren presentarse allí como un digno candidato a la liga. Ser uno de los mejores segundos del campeonato solo sirve para lograr plaza directa de Champions, pero no para levantar una liga que se les resiste desde hace17 años.
El mejor Barça liguero, el rival a batir
Además, no hay que olvidar que el más firme aspirante a esta liga es un Barça que lleva una senda triunfal. Invicto y con 13 victorias en 14 partidos los azulgranas volvieron a centrarse en los suyo; ganar cada partido sin importarles lo que viene por detrás.
Al ritmo de Xavi e Iniesta, y con un Messi de récord, los culés sumaron otros tres puntos (40 de 42 posibles) importantes para seguir ampliando la renta de ese colchón que les pone la Liga 2012/13 muy de cara.
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