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Alberto Toril, entrenador del Real Madrid Castilla | EFE
Las relaciones entre el Real Madrid y José Mourinho siguen siendo tensas. Por ahora, la calma parece haber ser la tónica inmediata. No habrá cambios en el corto plazo en el banquillo, pese a que una derrota frente al Atlético de Madrid habría colocado 'The Special One' en una posición delicada.
Sin embargo, nadie en el Real Madrid descarta que el futuro dicte lo contrario. La Liga y su evolución en Copa del Rey será el termómetro de el portugués y de un puesto que podría dejar antes de tiempo.
Cierto es que la cláusula de penalización que tienen firmadas ambas partes (40 millones si se produce la renuncia o el despido) es elemento suficiente para frenar o mitigar cualquier amago de marcha precipitiada, pero no menos cierto es que, en el Real Madrid, las prisas y la presión ambiental son también un factor que tener en cuenta.
En tal caso, ¿quién se haría con las riendas del Real Madrid? En la Casa Blanca hay teorías para todos los gustos. Todo depende, entienden, del cuándo se produjera esa despedida. Si fuera en un corto plazo de tiempo (algo que casi descartan) habría que buscar un técnico de garantías para afrontar el reto de los octavos de final de la Champions League.
Más allá de esta fecha, el club sólo albergaría una opción: Alberto Toril, entrenador del Real Madrid Castilla. El mismo con el que el propio Mourinho mantiene una tensa relación.
Es la solución aplicada en años anteriores ante marchas prematuras. García Remón o López Caro ya siguieron este camino. En el caso del Real Madrid, además, la figura de Toril cuenta con un importante peso y reconocimiento después de haber hecho unos cuantos 'milagros' en las categorías inferiores.
Nada más llegar al club, logró salvar in extremis al Real Madrid C del descenso a Preferente (y su casi segura desaparición) y, un año después, hizo campeón de Liga al Juvenil A.
Cuando fue nombrado técnico del primer filial merengue, los números del Castilla no eran buenos, pero de su mano, el equipo recuperó el vuelo y afrontó dos promociones de ascenso a Segunda División A, categoría que alcanzó el curso pasado.
En su debut, el equipo hizo una buena temporada y hombres referencia en el filial se forjaron. Pese a la marcha de jugadores como Dani Carvajal o Joselu, el Castilla no está pasando demasiados apuros y para colmo, es uno de los equipos más goleadores de la categoría (aunque también uno de los más goleados).
Su trabajo, entienden, es bueno y los años en la casa le hacen conocer a muchos de sus hombres. Sería, por lo tanto, una buena solución, eso sí, siempre transitoria. Nadie en el Bernabéu cree que Toril pudiera ser un Guardiola blanco, por más que fuentes próximas a la cantera creen que, por formación y carácter (sus respuestas públicas a Mourinho lo corroboran) un hombre de un perfil similar al del ex técnico del Barça.
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