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lunes, 12 de noviembre de 2012

Liga ACB - Blog Basket: Éxtasis en el Real Madrid-Grescrap Bilbao

Era solo un partido más de la Liga Endesa. Uno de esos que la corriente crítica señala como "intrascendente". La mañana venía fresquita, pero el ambiente en los aledaños del Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid era de esos calificables como "sanote". El baloncesto es así, casi 9.000 personas, siempre con alguna representación del equipo visitante, que se aglomeran en la Plaza de Felipe II buscando la cervecita, las mejores patatas fritas, el libro recién editado en la Casa del Libro o las mejores ofertas de los 8 días de oro en El Corte Inglés.

En la cancha, Real Madrid y Bilbao Basket, sin Raül López, lesionado. Una baja significativa de alguien que nos ha regalado momentos sublimes en este deporte. Y de primeras, duelos de categoría: Llull versus Zisis, Rudy v Vasileiadis, Carlos Suárez v Alex Mumbrú, Niko Mirotic v Alex Hervelle y Mirza Begic v Milovan Rakovic.

Lo que estuvieron ayer en el Palacio y, en menor medida los que vieron el partido por televisión, asistieron a un espectáculo majestuoso. Una hora y 40 minutos de puro espectáculo, con todos esos ingredientes que han hecho que el baloncesto sea uno de los mejores productos televisivos por su velocidad, plasticidad y por las alternativas que hay en el devenir de un partido.

Empezó el Real Madrid con la escopeta cargada, anotando triple tras triple y marcando diferencias. Enfrente, Bilbao no se descomponía, lo cual ya suponía un mérito tremendo. Usaba Katsikaris sus armas con astucia: el posteo de Mumbrú, la potencia de Hamilton, la agresividad de Hervelle, la veteranía de Grimau, jugando minutos de "base posteador"...

Así, como quien no quiere la cosa, los "Hombres de Negro" fueron recortando distancias en el marcador. Y del 28-20 se pasó a una igualdad casi absoluta. Hasta que llegó el momento del héroe inesperado. Martynas Pocius es un gran jugador, candidato a estar en los 15-20 puntos por partido en cualquier equipo que no sea el actual Real Madrid. Aquí, en el equipo blanco, es probablemente el sexto jugador de perímetro en la rotación de Pablo Laso. Ayer, en el Palacio, protagonizó uno de esos momentos que vale la pena recordar, un éxtasis baloncestístico donde todo lo que hacía el lituano era puro espectáculo. Espectáculo con efectividad casi milimétrica. 15 puntos en 9 minutos, culminados con un vuelo acrobático culminado en alley hoop tras una tremenda jugada de Dontaye Draper, capaz de taponar a un base tan alto como Zisis en la jugada defensiva inmediatamente anterior. No anotó Draper un solo punto. Ni siquiera llegó a tirar a canasta, pero con él al mando, y con Pocius de estilete, el Real Madrid se marcó cinco minutos sublimes, casi insuperables.

Que el Real Madrid engancha con todo tipo de público parece ya algo incuestionable. La prueba está en el banquillo blanco. En esos minutos de éxtasis, ver a los integrantes del banquillo blanco era casi tan espectacular como disfrutar con lo que estaba sucediendo en la cancha. Y lo era no tanto por los componentes de este banquillo (Rudy, Mirotic, Sergio Rodríguez, Llull) que también, sino por como vibraban con cada contraataque blanco. De manera que cuando, con 18 segundos para llegar al descanso, Carroll renunció a lanzar un triple en transición, los gestos del banquillo, del Palacio y de las miles de personas que vieron el partido por la tele fueron lo más parecido a despertarse de un sueño, el sueño del basket total. El éxtasis había terminado.

Bilbao Basket hubiera ganado en muchas canchas de la Liga Endesa este fin de semana, jugando al nivel que lo hizo ayer en Madrid. El conjunto de Katsikaris plantó cara casi hasta el final y el ritmo del partido se mantuvo más o menos alto, con Llull, Rudy y Mirotic extraordinarios, hasta que los árbitros -especialmente Araña- decidieron empezar a pitar cualquier roce, privándonos del que podía haber sido el mejor partido de los últimos meses en la Liga ACB.

A la salida, con más frío que un par de horas antes, la cara de los presentes era de una felicidad absoluta. Junto a mí, en la puerta principal del Palacio, un niño con mofletes sonrosados y restos de palomitas en el abrigo, le decía a su padre muy contento:

"Papi, tenemos que volver. El basket mola mucho"

P.D. NIVELAZO en los tres partidos televisados de la jornada que he tenido la oportunidad de ver (Joventut-Valladolid, Real Madrid - Bilbao Basket y Valencia - Caja Laboral) Pocos partidos de la NBA me suelen enganchar tanto.

P.D 2. Lo sucedido en el Barça Regal - Assignia Manresa ha sido, sin lugar a dudas, lo peor del fin de semana. Los manresanos perdieron 89-47 y suman sus partidos por derrotas. El panorama parece algo más que sombrío en una localidad histórica para nuestro baloncesto. Ojalá reaccionen.

@fernan_ruiz



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