Por si había dudas sobre el origen de la batalla en el túnel de vestuarios del Ciutat de València el pasado domingo, el informe de la Policía aclara que el instigador de la primera tangana que se produce es un empleado de seguridad del Real Madrid, tal y como detalló el árbitro Muñiz Fernández en el acta del encuentro.
Según explica el citado informe, Juanfran abandonó el campo y entró al pasillo que da acceso a los vestuarios hablando con Sergio Ramos, y junto a él Adán, y en ese momento el miembro de la seguridad privada del club blanco se lanzó a proteger al defensa sevillano, separándolo. También empujó al lateral valenciano. Esto provocó un enfrentamiento de un tumulto de personas de ambos equipos, donde fundamentalmente había empleados, y pocos jugadores.
Tras la intervención policial, todos se dispersaron y acabó el primer enfrentamiento de la noche. Sin embargo, 30 minutos después, un periodo de tiempo que reflejan los agentes en su informe, Ballesteros se dirige a la sala de curas, donde estaban atendiendo a Cristiano Ronaldo y donde, según el documento, ya estaba Pepe. En esta parte el informe es muy ambiguo y no detalla qué ocurrió entre el de Burjassot y el central portugués.
Únicamente se dedica a exponer los hechos que se encontraron los agentes cuando llegaron a la enfermería a separar a los protagonistas que estaban provocando el altercado. Señala que el capitán granota entró en el cuarto, cerró la puerta y a partir de entonces se escucharon voces y ruidos de golpes, pero no refleja quién de los dos comienza ni exactamente qué tipo de golpes hubo. Esto obligó a intervenir a la seguridad del estadio y a la policía.
Por este incidente los agentes decidieron invitar a los jugadores del Real Madrid a que esperasen en su vestuario hasta que se tranquilizaran los ánimos. Ante esta petición, el capitán blanco, Íker Casillas, se mostró de acuerdo y agradeció la intervención policial para zanjar los enfrentamientos que se habían producido. Una vez pasada la tormenta, la expedición madridista abandonó el estadio sin problemas, y curiosamente los jugadores, entre ellos Pepe y Ramos, pasaron justo por detrás de Ballesteros, que estaba atendiendo a los medios de comunicación en la zona mixta. No hubo ni siquiera cruce de miradas entre ellos. Se ignoraron.
La campaña mediática desde la capital ha sido exagerada, aludiendo a una extrema violencia de Ballesteros y David Navarro y sacando a relucir episodios pasados, como la agresión a Burdisso. La única voz discordante y que tendió la mano al central del Puerto de Sagunto llegó paradójicamente de un futbolista blanco, el valenciano Raúl Albiol. El defensa dio un ejemplo de cordura. «A David sí le conozco, tengo una buena relación con él, jugó con mi hermano y es valenciano igual que yo. Lo importante es que ganamos, que Cristiano está bien y nada más. No creo que haya que crucificar a un jugador por una acción», opinó el futbolista.
«Lo que pasa en el campo, que quede ahí. No sé si fue involuntario o no (el codazo), pero está claro que le hizo daño a Cristiano. Eso es así y se puede considerar una agresión. Puede ser una tarjeta roja, tanto que se quejaban al árbitro. Tampoco creo que sea para que la prensa se meta tanto con David. Es una acción y hay que olvidarla», comentó el jugador de Vilamarxant.
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