El Real Madrid tiró por la borda una racha de once partidos ganando en casa en la Euroliga, desde el primer partido del 'Top 16' de la temporada pasada, y sucumbió ante un Unicaja que revive ayudado por el estado de letargo de su rival.Social Media for Business here
El Madrid, que ganando sellaba el pase para los 'playoffs' de cuartos de final, echó un borrón, perdió su condición de invicto en casa y el colchón que tenía con Anadolu y CSKA Moscú de cara a obtener el factor campo en la siguiente fase, que ahora se le complica un poco.
Acuciado por la necesidad, el Unicaja salió con muy buenas intenciones, 4-11 en los primeros 4 minutos, pero le duraron poco porque inmediatamente después sufrió un parcial de 15-2 en los siguientes cinco minutos (19-13), para acabar el primer cuarto con un 21-15.
El Real Madrid, que no contó para este partido con Rudy Fernández por culpa de una molestia en la espalda, comenzó un poco frío, como casi siempre, pero se metió pronto en el partido para dominar sin demasiado esfuerzo.
Unicaja no salió mucho mejor en el inicio del segundo cuarto y el Real Madrid, sin apretar el acelerador, se marchó en el marcador (30-18 en el minuto 12).
A partir de este momento, el partido se igualó por abajo. Madridistas y malagueños se enfangaron en su propio juego conservador en defensa y desacertado en ataque, siempre con los locales disfrutando ventajas que apenas bajaron de los diez puntos.
Al término de los primeros veinte minutos, 40-32. El Madrid instalado en la comodidad y acariciando con los dedos el pase matemático a cuartos de final y el Unicaja, presa de la necesidad, intentando sobrevivir pero sin demasiado éxito.
Con solo 2 triples de 10 intentos, el Madrid no estaba pasando apuros y sólo la defensa en zona que intermitentemente plantaba el equipo malagueño ralentizaba el ataque de los capitalinos.
Unicaja mejoró su versión tras el paso por vestuarios, lo que unido al pasotismo local se tradujo en un parcial de 2-15 en poco más de tres minutos y volver a ponerse por encima en el marcador, 42-47, con Zoric y Simon como principales estiletes.
El Madrid, que salió con la tensión a la altura del tercer sótano del Palacio de Deportes, tuvo que enfrentarse ahora a un rival crecido en lo moral, a los silbidos de sus propios aficionados y a una zona 1-3-1 del Unicaja.
El partido siguió con el encefalograma plano, sobre todo en ataque, en los siguientes cuatro minutos en los que se anotaron dos puntos: 42-49, hasta que Carroll con un triple sacó a sus compañeros del paro cardíaco en el que parecían sumidos.
La necesidad de volver a correr, de anotar con fluidez y de defender con intensidad llevó a Reyes, Llull, Carroll, Mirotic y Draper a compartir quinteto en los últimos minutos del tercer cuarto, que finalizó con un parcial casi escandaloso de 13-28, para un 53-60 que complicaba mucho las cosas al Real Madrid.
Laso no consiguió que su equipo arrancara en los dos primeros minutos del último periodo, 55-66, y tuvo que pedir un tiempo muerto porque el partido se le escapaba. La RCP (reanimación cardio-respiratoria) del entrenador madridista surtió efectos y el equipo se anotó un parcial de 8-0 en los siguientes tres minutos para volver a entrar en el partido, 63-66.
Pero a falta de dos minutos, el Unicaja seguía dominando por 69-71. El equipo recayó y no pudo evitar, como en otras ocasiones, la derrota.
Unicaja coge aire y revive en la Euroliga, aunque sigue estando en una situación muy comprometida, mientras que el Real Madrid tendrá que retrasar la retirada del pasaporte para los cuartos de final.Social Media for Business here
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