No será fácil. Ese puede ser el resumen del fichaje de Bale a estas horas, después de dos días de intensas negociaciones en Londres, hasta donde ha estado desplazado José Ángel Sánchez, el más alto ejecutivo madridista con potestad para desarrollar las negociaciones sobre traspasos, siempre dentro de unos parámetros marcados por el presidente Florentino Pérez.Social Media for Business here
El Real Madrid necesita dar de inmediato una respuesta al fichaje de Neymar por el Barcelona, que ha dado la vuelta al mundo. Y eso lo sabe el Tottenham, que no tiene ninguna necesidad ni interés en desprenderse de su principal y polivalente estrella, por eso está poniendo todos los palos posibles en la rueda madridista, que entiende que es posible que deba realizar un sobreesfuerzo para poder concretar su principal fichaje de cara al próximo curso.
El Tottenham pretende aprovecharse de la ansiedad del Real Madrid, un club que necesita volver a ilusionar a la afición con nuevos retos y con nuevas caras. Uno de los escenarios que manejaba el club era poder anunciar el fichaje de Bale en el acto de reelección de Florentino Pérez, pero, a no ser que Florentino Pérez ceda a las elevadas exigencias del equipo londinense, todo hace indicar que no será cuestión de cerrar cuatro flecos.
El Real Madrid se hace cargo de que las cifras pueden asemejarse a las que en su día afrontó con el fichaje de Cristiano Ronaldo, pero hay otra serie de cuestiones en las que el conjunto británico se muestra inflexible y el Real Madrid, de momento, no acepta negociar.José Ángel Sánchez, una vez que Florentino ha tomado posesión por tercera vez de su cargo y ha dado a conocer su proyecto, continuará con su rueda de reuniones para intentar acercar posturas.
Mientras tanto, el madridismo espera impaciente la llegada de un crack que vuelva a ilusionar a una afición que pretende sobreponerse a la salida de Mourinho y a la ausencia de títulos en los últimos tiempos. Las cifras en las que se podría cerrar la operación son desorbitadas, pero el Tottenham pretende que lo sean aún más con una serie de variables a las que el Real Madrid se muestra reacio.
En el club tratan de no caer en la precipitación, pero son conscientes de que si no avanzan las negociaciones, puede provocar un desánimo poco conveniente en los aficionados con Florentino Pérez a punto de estrenar su nuevo mandato. De momento, continúa la guerra de cifras en Londres, para ver su puede repercutir de una vez en el número de títulos.
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