Amrabat controla un balón durante el partido de vuelta de los octavos de final ante el SchalkeSocial Media for Business here
El Real Madrid-Galatasaray de esta noche tiene dos nombres propios: Cristiano Ronaldo y Burak Yilmaz. Por detrás de ellos, en segundo plano, aparecen los Diego López (que no Casillas), Sneijder, Drogba, Altintop, Özil o Benzemá. Pero del que nadie habla es del marroquí Nordin Amrabat.
Y sorprende que nadie lo haga viendo la incidencia que tiene el extremo de origen holandés en el fútbol del equipo turco. Amrabat llegó al Galatasaray en verano, como refuerzo 'de lujo' para la banda. Su velocidad, regate y gol convencieron a los técnicos del equipo revelación de esta edición de la Champions League.
Ocho millones de euros fueron la razón que llevó a Amrabat a cambiar el Kayserispor, equipo de mitad de tabla de la liga turca, por el club más poderoso del país. El marroquí jugó temporada y media y Kayseri, dejando buen sabor de boca.
Desde enero de 2011 hasta final de temporada anotó un gol (el día de su debut) y repartió seis asistencias en los catorce partidos que jugó. La temporada pasada disputó 26 partidos, dos de ellos en Copa, sumando seis goles y ocho asistencias.
Todo empezó en Holanda
Pese al éxito en su periplo por Turquía, el éxito de Nordin viene de antes, de mucho antes. Fue en su Holanda en donde empezó a destacar. Debutó en el Almere City, de la segunda división, en la temporada 06/07 y anotó 14 goles.
Cambió de aires en verano, camino al VVV-Venlo de la primera división, donde continuó creciendo en calidad y confianza. Sus diez goles fueron la excusa perfecta para que el PSV desembolsara un millón de euros por sus servicios a final de año.
En uno de los equipos más grandes de la tierra de los tulipanes, Amrabat se desinfló. Su progresión se vio truncada por la falta de minutos y pasó de ser un proyecto de crack a un "lo que pudo ser y no fue". Tras dos años y medio, cogió el avión rumbo a Turquía para intentar recuperar la senda del éxito.
En el país de la media luna, Amrabat ha vuelto a ser el que era. Se ha adueñado de la banda izquierda del Galatasaray. Sus jugadas en las que regatea a varios jugadores y acaba centrando o tirando a puerta son ya un clásico. Este año es titular indiscutible y ni siquiera las llegadas de Sneijder o Drogba le han apeado del once inicial. Cierto que no ha marcado aún en Champions (sí ha dado un par de asistencias), pero el Schalke, el Cluj y el Manchester United pueden dar fe de que no le hace falta ver puerta para crear peligro, mucho peligro.
Todo el mundo mira a Yilmaz, a Drogba y a Sneijder, pero que nadie se sorprenda si Arbeloa o Coentrao sufren una de las noches más aciagas de su vida en Champions por culpa de un marroquí que no hace ruido pero sí mucho daño.Social Media for Business here
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