Manel Bruña | Madrid 17/01/2014 08:38
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Este pasado verano, el Real Madrid anunciaba a bombo y platillo la llegada de tres grandes jugadores para fortalecer su plantilla. El club blanco, entre los tres, había desembolsado 170 millones por Bale, Isco e Illarramendi que estaban llamados a ser las nuevas estrellas, las referencias del equipo blanco. Ahora, llegado el ecuador de la competición, ninguno de ellos ha dado el rendimiento que se esperaba y han pasado de estrellas a ser carne de banquilo. Todo eso, mientras Jesé, un canterano se está convirtiendo en la nueva sensación del Real Madrid y, de paso, su salvador en los últimos encuentros.
El caso más evidente es el de Gareth Bale, el hombre de los 100 millones de euros, que llegó al Real Madrid con vitola de crack. Lo es, sin duda, pero lo ha demostrado muy poco en el tiempo que lleva en el club blanco. El problema es que el jugador galés depende muchísimo de su estado físico para poder brillar. Por su estilo de juego, Bale lo basa todo en la fuerza física, en la potencia para subir al ataque y si no está al 100%, su participación baja muchos enteros. Cuando estuvo bien, lo cierto es que el galés realizó unas grandísimas actuaciones, pero tras la lesión en un gemelo a raíz de una entrada de Arbeloa en un entrenamiento, su rendimiento ha bajado muchísimo con más tiempo sin jugar que en el campo y cuando ha salido, ha sido siempre desde el banquillo.
Isco, por su parte, comenzó la temporada como el mejor del Real Madrid, con actuaciones estelares, pero su rendimiento ha ido de más a menos de una manera más que evidente. Ha pasado de ser insustituible y el heredero de Zidane a ser suplente habitual y con Ancelotti sin saber muy bien dónde ponerle exactamente. De hecho, ante Osasuna, jugó de delantero centro mostrando en más de una ocasión que no sabía muy bien dónde colocarse. Así las cosas, el papel de Isco en el Real Madrid ha pasado de ser de protagonista absoluto a ser un secundario de lujo. El caso de Illarra no es similar al de Isco, pero casi. El vasco era y es considerado el sustituto habitual de Xabi Alonso y parece ser que está en fase de aprendizaje. Vamos, que el Madrid se gastó 40 millones en un aprendiz sin lugar en el equipo titular de Ancelotti.
Carlo echa de menos a Ozil
Mientras tanto, Ancelotti confesó en una entrevista a 'Gulf News' que se arrepiente de haber dejado salir a Ozil. "Cometimos un error cuando le dimos la posibilidad de salir del club", aseguró el entrenador que sobre Bale dijo que "se está sentando" y que sigue buscando la mejor combinación entre el galés y CristianoSocial Media for Business here
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