El polivalente central de la cantera es todo un seguro cuando le dan la oportunidad de vestirse de corto. Sin florituras, sin complicarse en exceso, el madrileño solventa con éxito la gran mayoría de envites en los que se ve envuelto, y se ha ganado, por derecho propio, un lugar en la plantilla del club de su vida, el Real Madrid.
Real Madrid 2013: Nacho Fernández (Foto | Dani Mullor - VAVEL).Social Media for Business here
Llegó a la cantera con apenas 11 años, y fue quemando etapas hasta hacerse con un lugar de excepción en el Castilla. Sus grandes temporadas en las filas del filial blanco llamaron la atención de José Mourinho, que le hizo debutar como lateral izquierdo. En el comienzo del año 2013, Nacho ya formaba parte de pleno derecho de la plantilla del Real Madrid. Desde principios de temporada, el técnico luso decidió otorgarle una ficha del primer equipo, para seguir más de cerca su evolución.
Por fin llega al primer equipo, aunque sin demasiado hueco
La gran cantidad de candidatos a formar de inicio en la zaga blanca le restaron muchos minutos, así que el de Setúbal optó por permitirle bajar, siempre que no le fuera a convocar, al Castilla y ayudar al filial blanco. Sin embargo, con el nuevo año, el de Alcalá de Henares fue sumando poco a poco bastantes minutos. El portugués le veía capaz de desenvolverse en ambos laterales, y le utilizó con asiduidad por los carriles de la zaga, dando minutos de descanso tanto a Arbeloa como a Coentrao, habituales ocupantes de dichos perfiles.
En especial, cuándo la temporada entró en su recta final y la cabeza del Madrid se centraba especialmente en la Champions, Nacho Fernández gozó de minutos en Liga. Superó a Carvalho e incluso a Albiol, por momentos, en la rotación en defensa, y el canterano se asentó como titular, en partidos de menor trascendencia correspondientes al campeonato doméstico. Dispuso de minutos en los últimos siete partidos de forma consecutiva, llegando hasta los nueve en el total de la temporada. A eso, le sumó uno en Champions, otros tres más en Copa del Rey, y hasta 19 con el primer filial blanco para un total de 32 encuentros con la elástica merengue.
Un verano de puertas abiertas
El final de temporada blanco no fue para recordar. Problemas a la hora de la salida del propio Mourinho de la entidad blanca, derrota ante el Borussia Dortmund en semifinales de Champions y la dolorosa pérdida de la final de Copa del Rey en el Bernabéu ante el Atlético de Madrid, dejaron un sabor agridulce en los paladares madridistas. Llegado el periodo estival, los movimientos que realizó el Madrid fueron clave para demostrarle a Nacho que la Casa Blanca confiaba en uno de sus mirlos.
Nacho, el año pasado, con el Castilla (Foto | Dani Mullor - VAVEL).
Las salidas de Albiol rumbo al Nápoles, y Carvalho hacia Mónaco, le abrían algo más las puertas del equipo, partiendo como el teórico cuarto central de la rotación de un Carlo Ancelotti que le vio maneras durante los partidos de preparación. En pretemporada, Nacho fue uno de los jugadores que más minutos sumó, realizando buenas actuaciones y presentando sus credenciales para robar minutos a Ramos, Pepe y Varane.
Nacho aprovecha al máximo las oportunidades
Con la llegada de la tercera semana de agosto, se volvía a poner en marcha el campeonato nacional de Liga. El Barcelona defendía título, y los blancos, ahora con el técnico italiano en el banquillo, pugnarían con culés y un gratamente sorprendente Atlético de Madrid, por evitar que revalidasen el trofeo. La lesión de Varane le permitía al madrileño ser la tercera opción para Ancelotti, que bien pronto tiró de sus servicios para guardar la zaga blanca.
En el segundo partido de la temporada, ante el Granada en Los Cármenes, Nacho volvía a esperar desde el banco su oportunidad. El cuarteto titular, nuevamente, le estaba vedado, pero tuvo su oportunidad en el segundo tiempo. Poco antes del ecuador del segundo acto, Ancelotti le miró, le indicó que se despojase del chándal, y le dio entrada en el lugar de Marcelo, para ocupar la banda izquierda de la retaguardia merengue. El equipo selló la victoria, la segunda de la temporada, y la participación del madrileño sirvió para cerrar la meta defendida por Diego López.
Nacho, en el último partido del Madrid en Mestalla (Foto | Carla Cortés - VAVEL).
Habitual en las últimas fechas
Su primera oportunidad como titular llegaría casi 20 días después, en Castellón. El Madrid se había desplazado hasta allí para enfrentarse al Villareal, y el de Reggiolo entendió apropiado darle la titularidad a Nacho. El madrileño lo hizo bien, pero no pudo evitar que el conjunto merengue saldara el choque con un empate. Repitió desde el principio ante el Getafe, una semana más tarde, y tuvo que esperar más de dos meses para volver a vestirse de corto. En esta ocasión, en Champions, ante el Galatasaray. Mediada la primera parte sustituyó a Jesé, para equilibrar el equipo por la expulsión de Sergio Ramos.
Desde entonces, únicamente ha dejado de participar en uno de los últimos cinco encuentros de su equipo, el del Valladolid. Titular en el doble enfrentamiento copero ante el Olímpic de Xátiva, y el encuentro en Dinamarca ante el Copenhague, partió desde el banco en el empate cosechado ante Osasuna el 14 de diciembre. En total, ha jugado ya 8 encuentros, que se reparten en cuatro de Liga, dos de Copa y otros dos de Champions. El comodín de Ancelotti en la zaga siempre cumple cuando el italiano requiere sus servicios, y su polivalencia le abre muchas puertas que, de otra manera, quizás nunca abriría.Social Media for Business here Más noticias sobre
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