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domingo, 1 de diciembre de 2013

4-0: Bale emerge en el cambio de estilo del Real Madrid

El Real Madrid ganó 4-0 al Valladolid y encontró un estilo que rozó la perfección en la primera parte del encuentro, donde el conjunto blanco abrazó definitivamente un sistema de toque, calidad, verticalidad y velocidad con una actuación perfecta de Gareth Bale, autor de tres goles y una asistencia.

Los blancos vuelven a divertirse jugando al fútbol. Cinco meses después de que Carlo Ancelotti tomara el mando, la etapa Mourinho parece enterrada definitivamente. Lejanos quedan ya aquellos gritos de parte de la grada a favor del portugués. Ahora en el Bernabéu están por otra cosa. Por jugar al fútbol. Por pasarlo bien. El espectáculo está en el campo, no en la banda. Y en ese campo están los jugones. Cuando se han juntado varios de ellos sobre el tapete verde, todo ha dado un giro de 180 grados. Para positivo.

Resulta curioso recordar ahora los comentarios que hace un año se podían oir por lo mentideros madrileños. Lo aburrido que era el futbol de toque del eterno rival, el Barça. En Chamartín se apostaba por lo de toda la vida, testiculina (el 'espíritu de Juanito') y por los balones en profundidad para que los de arriba los engancharan, rompieran por velocidad y machacaran al rival.

Ahora que en el Camp Nou se discute (o al menos en ello está el 'ejército Guardiolista') sobre la 'traición' del Tata Martino por haber alterado mínimamante el ADN azulgrana, en el Real Madrid ni se pasa por la cabeza renunciar a los nuevos principios futbolísticos propuestos y parece que ya inculcados por Carletto, que no son otros que el buen trato del balón y posesión del mismo. De pelotazos, los justos.

Este sábado, los trazos de este nuevo Madrid resplandecieron como las luces navideñas que ya nos invaden. Bajo la batuta de Xabi Alonso, el equipo blanco se gustó y antes del descanso ya había dado el jaque mate al Valladolid ante la atenta mirada desde el palco del nuevo campeón del mundo de ajedrez, Magnus Carlsen, y también del gran ausente, Cristiano Ronaldo, quien -a falta de pan buenas son tortas- presenció el partido desde su palco privado acompañado por Irina Shayk.

No estaba el portugués pero su disfraz se lo puso Bale, quien con un 'hat trick' de goles hizo olvidar a su compañero. El galés, a medida que va adquiriendo su mejor puesta a punto tras una atípica pretemporada, empieza a marcar diferencias como lo hacía en la Premier inglesa. Y si además a la fiesta se une Benzema, otro que ha mudado la piel en cosa de un mes y que por primera vez como jugador madridista ha marcado en cinco jornadas consecutivas, pues miel sobre hojuelas.

Bale y el francés explotan su faceta realizadora con una orquesta bien afinada a sus espaldas: Xabi Alonso, Modric e Isco, secundados por Di María. Un nuevo centro del campo en el que prima el toque antes que el patadón. Otra forma de entender el fútbol, sin duda más atrayente que la de los últimos años. Ahora la incógnita es saber si la apuesta durará o habrá sido el sueño de una gélida noche de invierno. Sería una lástimaSocial Media for Business here



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