Para empezar, el cuadro verdiblanca tratará de dotar a su fútbol de un ritmo alto de juego, muy diferente al exhibido hace casi un mes en el José Zorrilla, cuando salió demasiado contemplativo y acabó provocando una marcha más del rival hacia su portería. El Valladolid de Miroslav Djukic, como ya realizó el sábado pasado, centrará sus esfuerzos en mantener su portería a cero, aunque siempre buscando un contragolpe que le otorgara ese gol que convirtiera la remontada bética en casi imposible.
Mel decidirá su once horas antes del encuentro. El esfuerzo realizado ante el Madrid ha dejado huella en los jugadores e incluso el técnico descartó este lunes a Ángel y Juan Carlos, quienes pidieron el cambio al sentir molestias debidas al cansancio. Incluso otros como Beñat, Álex Martínez o Salva Sevilla tampoco se encuentran en su mejor estado físico, lo que obligará a Mel a realizar cambios en el once para encontrar ese punto de frescura necesario ante un marcador adverso. Para la defensa apenas cuenta el preparador verdiblanco con los efectivos justos para confeccionar una alineación, con Amaya y Dorado como únicos centrales específicos, y Nacho y Chica como laterales, toda vez que el enfado de los aficionados con Nelson invita a dejarlo fuera un partido más.
En el centro del campo sí dispone de alternativas. Rubén Pérez apunta al once después de no jugar por sanción ante el Madrid, mientras que Igiebor, que disputó los minutos finales el sábado, o Nono, que ni siquiera se desplazó el domingo con el filial, se encuentran a la espera de una oportunidad para reivindicar que tienen sitio en el once. Otro tanto ocurre en los hombres de ataque, donde al indiscutible Rubén Castro, se suman ahora Jorge Molina o Campbell, a los que Mel pretende ofrecer minutos, e incluso otros como Pozuelo, que también desempeñarán un papel importante con el paso de los minutos.
Si Mel se verá obligado a realizar variaciones en el once, su homólogo, Miroslav Djukic, planteará una alineación muy parecida a la que ya venció al Betis en la ida, con rotaciones en todas las líneas del campo. Tres de sus mejores jugadores -Ebert, Óscar y Manucho- ni siquiera se desplazaron este lunes a Sevilla, lo que provocará que Javi Guerra, Bueno o Rubén Peña tengan una oportunidad en el once de la Copa. No aparece esta competición como una prioridad en los planes del preparador serbio, pero la buena marcha en el campeonato liguero, donde ocupa la novena posición con 18 puntos, provoca que ahora tampoco se considere a la Copa como un obstáculo para el objetivo de la permanencia.
Las circunstancias béticas difieran a las de su contrincante. Después del borrón de la pasada temporada, cuando el Córdoba eliminó al Betis en el Benito Villamarín haciendo valer precisamente un 1-0 obtenido en la ida, los de Mel pretenden recuperar las sensaciones que ofrecieran hace dos temporadas, cuando militando en Segunda dejaron en el camino a Getafe y Zaragoza. Incluso la afición verdiblanca, a la que se le ha realizado un llamamiento para que acuda a una hora tan impropia como las siete y media de la tarde, afronta el encuentro ante el equipo pucelano sabiendo que su apoyo representará el primer paso para una ansiada remontada que impulse definitivamente la recuperación del equipo.
Los escasos días entre el encuentro liguero y la Copa han provocado que la designación arbitral pase de puntillas, pero seguro que los aficionados recibirán con recelo a Alfonso Álvarez Izquierdo, ese colegiado que incluso acabó en la popularmente conocida como nevera tras el arbitraje realizado en el Betis-Atlético del pasado mes de septiembre. El catalán fue reprobado hasta por el habitualmente prudente presidente bético, Miguel Guillén, quien declaró en diversas emisoras de radio que confiaba en que Álvarez Izquierda tardase en regresar a Heliópolis. Dos meses después, el catalán de nuevo aparece en la escena verdiblanca y su actuación focalizará muchas de las miradas de los aficionados que hoy acudan al Villamarín.
Asegura Pepe Mel que el Betis no renuncia a seguir con vida en la Copa del Rey, una competición muy ligada al sentimiento del bético, y también en el consejo de administración verdiblanco se confía en la remontada ante el Valladolid, un objetivo no sólo importante a nivel deportivo sino también para la economía, por aquello de recaudar dinero a partir de la siguiente ronda, después de que en ésta se decidiera que los socios no pasaran por caja y se hayan colocado precios populares que invitan al aficionado a acudir este martes al coliseo bético.
Si la pasada temporada se calificara en el club como notable, la decepción copera provocó una rebaja por parte de los aficionados, que no olvidaron el bochorno sufrido ante el Córdoba. Ahora las intenciones de Mel son bien diferentes a las de entonces y el preparador madrileño colocará sobre el césped al mejor once disponible, algo que desvelará esta misma mañana cuando compruebe el estado físico de sus jugadores. Comienza la Copa del Rey en Heliópolis y con el arbitraje del cuestionado Álvarez Izquierdo, el Betis tratará de conseguir esa remontada que encienda unos ánimos que ya se revitalizaron con la victoria ante el Madrid.
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